Dos meses atrás y cuando el domingo parecía ser uno más de descanso y en familia para una comunidad pequeña, entre los pobladores de San Jaime de la Frontera irrumpía la desazón a medida que los pobladores se iban enterando de la muerte de Eliana Tiguá. La joven de 18 años y quien concurría al noveno año del turno noche de la Escuela Nº 22 “Yapeyú”, salió el sábado por la noche con la ilusión de divertirse junto a su prima y otros pares en una confitería bailable, donde permaneció hasta aproximadamente las 4 de la mañana. De regreso a su casa, ese 17 de junio encontró la muerte. Su cuerpo fue hallado horas después en un descampado del club San Martín, muy cerca de su vivienda.
Desde allí se inició la investigación por parte del Juzgado de Instrucción de Chajarí, a cargo del doctor Edgardo Ramón Redruello. De inmediato, fue detenida una persona de apellido Segovia, de 35 años, quien habría charlado con la joven en el baile. Hoy tiene prisión preventiva.
Según fuentes policiales que trascendieron en aquella oportunidad, el detenido habría sido acusado hace varios años por la muerte de una mujer con la que había estado en pareja.
Pasaban las horas y toda la comunidad asistía con desconsuelo ante un hecho sin precedentes y así se manifestó pocos días después del crimen en una marcha que convocó a una importante cantidad de personas.
“A mi hija ya nadie me la va a devolver”, dijo acongojada Alejandra Tiguá, mamá de Eliana. No obstante, su única esperanza está puesta en la Justicia. Días atrás dos abogados del estudio Perroud de Concordia asumieron el asesoramiento para la familia, lo que devino en una entrevista con el magistrado a cargo de la causa. Alejandra no quiere conocer detalles de cómo mataron a su hija y deja en manos de su esposo el seguimiento de la misma o la lectura de los datos del expediente. “Yo solo quiero que se haga Justicia”, insistió.
Comentó, además, del apoyo que está recibiendo la familia desde la Secretaría de Justicia de Entre Ríos, “quienes incluso nos apoyan sicológicamente”, indicó.
La mamá de Eliana pidió a los vecinos de San Jaime que brinden su testimonio, que “se animen a hablar y no tengan miedo” a fin de lograr aportes que beneficien la investigación. “No puede ser que nadie haya escuchado nada”, disparó con desánimo, según consignó.