Hoy llega a Concordia el embajador ecuatoriano en Uruguay. Lo recibirá Bordet

TEXTUAL
Por Edmundo Vera Manzo – Embajador del Ecuador en Uruguay

1. Cultura es todo lo producido por el ser humano. Lo contrario a cultura es natura. El rayar una piedra o poner un símbolo en un árbol deja de ser natura y se convierte en cultura. Natura es lo que no ha sido modificado por el ser humano en su quehacer. «Todas las culturas de la región poseen la misma dignidad».

2. No todo lo producido por el ser humano hasta el presente ha sido positivo y tampoco negativo. Nunca existió ni existe un grupo étnico, nacionalidad o persona perfecta y que reúna todos los valores, potencialidades y talentos. Las personas, culturas, etnias y civilizaciones tuvieron y tienen valores y aspectos deformantes y hay «que reconocer el potencial determinante de las innovaciones tecnológicas, el poder condicionante de las estructuras sociales y el estimulante o limitador de las ideologías» (Darcy Ribeiro) .

3. Toda persona y grupo cultural en su quehacer diario debe: conocer y reconocer sus raíces; conservar lo mejor de la herencia histórica recibida; criticar y eliminar los vicios y deformaciones culturales existentes que contribuyen a la dependencia, el atraso y deforman su cosmovisión; incluir los mejores aportes que no son autóctonos y que han desarrollado otras personas y culturas, que ayudan al desarrollo de la propia cultura; detectar y rechazar las acciones y manipulaciones presentes provenientes de otras personas, culturas y países que atenten contra nuestro desarrollo; innovar y crear, aprovechando nuestros talentos y experiencias.

4. Toda creación o producto cultural inicialmente en su conjunto no debe ser aceptado ni rechazado, debe ser antes evaluado y valorado. Debemos preguntarnos: ¿En qué medida afecta mi dignidad? ¿Denigra las raíces de mi identidad? ¿Atenta contra mis identidades? ¿Atenta contra lo mejor de mi herencia histórica?¿ Afecta a los derechos humanos? ¿Deteriora el medio ambiente? ¿Es eficiente y eficaz? ¿Atenta contra los valores fundamentales del país? ¿Respeta la soberanía? ¿Atenta contra mi libertad?

5. Toda persona, identidad cultural, país y civilización tiene valores, potencialidades, capacidades, aptitudes y un talento más desarrollado que otros. Lo que necesita es que se descubran y capaciten los talentos que tiene cada persona; como decía Henry Wallon, «que las personas estudien hasta el límite de sus aptitudes».

6. No existe ni existió nunca una persona, etnia, identidad cultural, país o civilización que en su más alto nivel reúna todos los valores de la humanidad (filosóficos, religiosos, morales, estéticos, sociales, médicos, tecnológicos, etcétera).Sin embargo existen grupos indígenas y algunos países con fuerte identidad cultural que creyéndose puros dicen «no me siento ecuatoriano, soy de la nacionalidad quechua». «Soy guayaquileño, no me siento ecuatoriano». Soy aymara, no me considero boliviano. En el pasado y en el presente existen personas y grupos humanos que tienen el poder económico, social y político, que creen que los otros son inferiores, que deben estar explotados, sometidos y excluidos, sin aceptar los derechos que como seres humanos tienen todos, como lo creen los racistas y xenófobos.

7. No ha existido ninguna persona, grupo, identidad cultural, país o civilización que no tenga ningún valor que merezca estar controlada, dominada o destruida como lo consideraron los conquistadores, colonialistas y ahora los neocolonialistas. «Ninguna raza tiene el monopolio de la belleza, de la inteligencia, de la fuerza, y hay un sitio para todos a la hora de la victoria» (Aimé Cesaire).

8. Es un error creer que con la cosmovisión que se tiene es suficiente y que de los otros no hay nada que aprender; que los mestizos, blancos y otras culturas son extraños o sin valores, lo que produce un aislamiento y confrontación, sin que invite a un diálogo y una predisposición para incorporar valores que no se tiene. En ese caso las personas y culturas se empobrecen por no nutrirse con los valores que tienen los demás.

9. Es un error, un autoengaño o engaño inducido por modernos colonizadores que hacen creer que como persona, etnia o cultura, nacionalidad, país o civilización pueda ser autosuficiente, se encierren en sí mismos para estar siempre viendo como contrarios a los otros pueblos, no permitiendo una nueva síntesis cultural. Los grupos indígenas y países racistas que no permiten las migraciones y el entrecruzamiento racial y cultural cada día serán mas decadentes; no tienen futuro y están condenados a su destrucción.

10. En nuestras tierras americanas existen pueblos originarios indígenas y también minorías mestizas que no quieren compartir las riquezas que se encuentran en su subsuelo o lo producido por ellos. Impulsan una equivocada concepción de autonomía, que con una interpretación absolutista pretenden asumir todos los poderes y patrimonio público del país del cual forman parte y pasan a convertirse de hecho en un pequeño reino absolutista, en una autocracia. De acuerdo al diccionario «Autocracia (Gr. Autokratcía, de autokrates, dueño absoluto que obra según su voluntad). Política. poder o gobierno absoluto y arbitrariamente ejercido por un solo individuo que dispone de un aparato coercitivo para imponer su voluntad; el despotismo, la dictadura, la tiranía y también la oligarquía son formas de autocracia» (Louis Marie Morfaux). Una situación es la descentralización, la autonomía municipal, educativa, y otra es convertir cada espacio administrativo en un Estado absolutista con poderes omnímodos. Ser autónomo es ser libre, es una cualidad. El problema es ser autonomista o creer en la libertad absoluta, en ese caso se atenta contra los demás y la unidad nacional. Rafael Correa al respecto dice: «Lo que está ocurriendo en Bolivia no es una acción aislada, tiene el soporte de países extranjeros que quieren desestabilizar la región; y de las élites separatistas de Guayaquil y de Zulia en Venezuela».

11. Toda persona, etnia, nacionalidad indígena, pueblo y país para fortalecer su personalidad cultural y espiritual, debe conocer y sentir orgullo de sus valores más significativos y no renegar de sus raíces culturales más profundas que nutren su ser. Mientras más profundas sean las raíces más fuerte es la identidad cultural. Si no se sabe de dónde se parte, no se sabe de dónde se viene, ni dónde se encuentra, peor dónde se debe ir.

12. Sin raíces culturales profundas para sostener y resistir las presiones de los vientos de las deformaciones culturales no puede existir un árbol grande y fuerte. José Carlos Mariátegui decía «Lo indígena es la raíz, pero no es un proyecto». La raíz requiere de otros nutrientes culturales para no debilitarse. No tiene porvenir un proyecto indígena que se encierra en sí mismo, que no dialogue y se nutra con otras configuraciones socioculturales.

13. El tronco cultural debe estar constituido por los aportes provenientes de los valores de las otras culturas cercanas a aquella de la cual procedemos. La memoria es de fundamental importancia para recordar y conocer nuestra identidad histórica y reconocer a quienes han aportado en lo que somos. Los creadores y los luchadores de nuestros países, del conjunto de América, que han dado ejemplos en defensa de la dignidad y la libertad, son quienes siempre debemos rendir homenaje de reconocimiento a ello. José Martí decía: «Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser de nuestras repúblicas».

14. Toda persona y comunidad, partiendo de un lugar y tiempo debe entregarse y unirse intensamente con lo que hace para trascender. En la medida que en lo que se hace se entrega todo nuestro ser, la creación podrá trascender. Lo importante es amar lo que se hace y hacer lo que se ama. En caso contrario solamente sobrevivimos y hacemos un trabajo descuidado. El reto es vivir intensamente en cada instante lo que se hace. En ese momento creamos. Simón Rodríguez decía «inventamos o erramos».

15. Para llegar a ser realmente seres humanos integrales debemos nutrirnos con los mejores ingredientes de toda la humanidad. Debemos incorporar los aportes de los mayores valores, para que nuestras ramas, hojas y frutos culturales sean más grandes, fuertes y nutritivos y poder alimentar mejor nuestro espíritu. José Martí decía que la educación, la cultura y la vida «debe ser una síntesis viviente de los valores trascendentales de la humanidad».

16. «En América se reflejarán los proyectos que en su afán de nueva libertad imagina el europeo. Los críticos de la Vieja Europa sitúan en América el tipo de vida que anhelan para Europa Nueva. No basta evadirse, es menester, además, reconstruir ese mundo con el cual se sienten insatisfechos. Se debe establecer un nuevo orden; pero ya no el orden de la autoridad que se apoya en la tradición, el tiempo o la historia, sino un orden que tenga como base la propia libertad del hombre. Una libertad que a sí misma ha de decir limitarse, dando así origen a un nuevo tipo de sociedad.» (Leopoldo Zea). América Latina y el Caribe es una civilización emergente en proceso de construcción.

17. «Las riquezas de los mejores producen como fruto el alivio de los sufrimientos de los infortunados. Calidaza Maghaduta, siglo IV. Original sánscrito». José Artigas dice «que los más infelices sean los más privilegiados». América Latina y el Caribe no es el continente más pobre, pero si el más injusto, donde existen mayores asimetrías e inequidades. A diferencia de lo que piensa Alain Touraine de que América Latina va a la derecha porque las fuerzas progresistas y de izquierda que desde hace tiempo gobiernan en algunos países no han podido superar la pobreza existente en pocos años, merece señalarse que es la herencia sembrada y cosechada de 180 años de dominio de la derecha y mas de tres siglos de saqueo de las riquezas de América por parte de los colonialistas europeos. Europa en la actualidad es una civilización en decadencia que como señala Humberto Eco vive su peor momento: tradicionalista, anacrónica, conservadora, absolutista, con marcada tendencia al fascismo, autoritarismo, racismo, xenofobia e irrespeto a los derechos humanos. El reto mayor de Latinoamérica y el Caribe es hacer que los que tienen mayores ingresos económicos contribuyan en mayor proporción con quienes viven en la pobreza y miseria.

18. En la comunidad del futuro que entre todos debemos comenzar a construir hoy, en todos sus niveles (local, barrial, comunitario, rural, urbano, municipal, sectorial, departamental, provincial, subregional, en un país, nacional subregional en Latinoamérica y el Caribe, continental americano y planetario) todas las organizaciones e instituciones (sociales, educativas, económicas, artísticas y políticas) deben participar conjuntamente en la toma de decisiones considerando siempre que el bien común debe prevalecer sobre el interés de cualquiera de las partes.

19. Para construir una civilización emergente en nuestra América debemos responder las siguientes preguntas: ¿Cuál es mi identidad personal?, ¿cuál es mi identidad profesional?, ¿cuál es mi identidad organizacional?, ¿cuál es mi identidad deportiva?, ¿cuál es mi identidad étnica?, ¿cuál es mi identidad comunitaria? ¿cuál es mi identidad indígena?, ¿cuál es mi identidad de mi barrio?, ¿cuál es la identidad de mi ciudad?, ¿cuál es mi identidad provincial o departamental?, ¿tengo identidad nacional?, ¿de cuales identidades regionales formo parte?, ¿tengo conciencia como ser humano planetario? En base a las contestaciones sabré ¿cuáles son los límites de la conciencia de mi identidad?

20. «Plantear la emergencia civilizatoria de América es anclar la política en una identidad, lo que implica ahondar en la filosofía política, imbuirse de una concepción antropológica de la sociedad humana y la dialéctica de la cultura. Se trata por cierto de algo totalmente lícito y deseable, pues la identidad no conforma una sustancia fósil destinada a paliar aventuras discriminatorias, sino un conjunto de estrategias que despliegan tanto los individuos como los pueblos para dar respuesta a la dialéctica de la historia. Se sabe hoy que la identidad es más una reconstrucción continuamente actualizada del pasado que una fiel restitución del mismo, como afirma Joel Candau.» (Adolfo Colombres.)

21. «El proceso civilizatorio que opera en nuestros días, movido ahora por una nueva revolución tecnológica, tiende a reaglutinar a los pueblos latinoamericanos como uno de los rostros por el que se expresará la nueva civilización, y quizás engendre la entidad política supranacional que en el futuro será el cuadro dentro del cual los latinoamericanos vivirán su destino» (Darcy Ribeiro)

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