Sí, bien como lo anticipó Lascurain a este diario, su defendido no se presentaría a la lectura como parte de una estrategia defensiva que buscaba ganar más tiempo para el planteo extraordinario ante la Corte, ya que el STJ deberá emitir un oficio de notificación que -dado el comienzo de feria judicial la semana próxima- podría demorarse hasta después de la misma, una alta fuente tribunalicia desechó esa posibilidad al sostener que “es muy probable que el oficio sea emitido este jueves con lo cual al acusado le llegará la notificación los primeros días de la semana que viene y, como en casos similares a este, el juicio no se suspende por feria”. Así las cosas y según esta misma fuente, el camarista de turno de Concordia llamará a Matías y si no se presentara será localizado por la fuerza pública.
El tema no es menor ya que, si la defensa no presenta un Recurso Extraordinario, Matías debe ir a prisión apenas sea notificado.
LA PRISION
Consultado sobre si presentarán este Recurso Extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Lascurain dijo que existía “un 90 % de posibilidades de presentarlo, tengo que estudiar el contenido de ese fallo, los fundamentos, si fue por unanimidad o con voto dividido (ya sabía que no hubo unanimidad) y si es así, saber a quien le da la razón ese voto”.
El Recurso, si lo concediera el STJ, implicaría que, mientras la CSJN decida (un trámite que puede tardar 2 y 3 años o más), Matías seguiría en libertad. Debido a esta situación es que nadie cree que el STJ conceda ese Recurso por lo que, en no mucho tiempo más Matías Bressan deberá cumplir la condena en una cárcel.
Vale destacar también que, en vista de que el fallo computa todos estos años como si se tratara de una prisión efectiva, a Matías solo le quedarían 7 años de prisión, y conforme a la ley de ejecución de penas, si el joven mantiene buena conducta podría comenzar a gozar de beneficios de salida transitoria cuando haya cumplido un año y medio de reclusión.
LA HISTORIA
Matías Bressán fue condenado por triple homicidio calificado, por el hecho perpetrado en noviembre de 2007, en la quinta que el funcionario judicial Miguel Bressán tenía con su esposa Celia Taleb, en Estación Yeruá y en la que el entonces menor, hijo extramatrimonial del funcionario, trabajaba como peón.
Al día siguiente del hecho el cuerpo del Bressán, su mujer y del pequeño hijo de ambos, Facundo de 18 meses, fueron hallados sin vida con varios disparos en distintas partes del cuerpo y de dos calibres distintos; 9mm y 380, ambos de alto poder destructivo.
La noticia tuvo tanto impacto en la opinión pública que en la puerta de tribunales se organizó un pool de prensa que aceleró los tiempos de la investigación, a cargo del entonces Juez Maximiliano Benítez; incluso, luego trascendió que Matías había reconocido el hecho ante el Juez de instrucción, testimonio que fue declarado nulo y descartado para el juicio, por ser improcedente que un menor declare en su contra si no es ante un juez de Menores.
Otro dato escabroso del hecho es que una de las armas usadas para el crimen, calibre 380, era un arma secuestrada por el Poder Judicial, era evidencia de un hecho, pero al parecer estaba en manos del secretario de juzgado, de allí que su hijo la obtuvo para darle muerte.