HOY CUMPLIMOS 3 AÑOS

Cuando nacimos, las condiciones políticas sociales y económicas en el país, la provincia
y la ciudad, no nos permitían demasiado vuelo, estábamos mal e íbamos peor. En lo económico, la devaluación y sus estragos; con las esperanzas rotas en lo político luego de la confianza mal depositada en De la Rúa y la Alianza y, en lo social el desquicio iba en aumento. Apostamos igual y nos fijamos, en principio, tres objetivos : a) seguimiento informativo para por lo menos dificultar el falseamiento de la realidad ; b) ser una garantía en cuanto a difundir todo, especialmente aquello que el poder estuviera interesado en ocultar y c) que aquellos periodistas y/o comunicadores que no tuvieran cabida en otro medio, sintieran que, aquí, las puertas estaban abiertas.
Además, contribuir a unir comunicativamente la región de Salto Grande.
Objetivos seguramente demasiado sencillos para quienes creen que los periodistas son magos que pueden suplantar los déficit de las sociedades.
Para nosotros en cambio, el solo hecho de haber nacido en ese estado de cosas era una verdadera audacia, ni hablar de lograr que nos lean y que alguno de esos objetivos se cumpla. Encima de males, a los pocos meses asume un gobierno (este, el provincial) al que no le caíamos simpáticos y entonces, debimos ocuparnos de sostener el rancho y cuidarnos que el ciclón no nos lleve puestos. Ya llevamos tres años en el cyber espacio, aún no hicimos la revolución ni cambiamos el sentido de la historia, pero modestamente podemos decir que la sociedad tiene en este diario la garantía de que lo que publicamos se ajusta a la verdad y que a quienes se les pretende tapar la boca, tienen aquí un lugar para expresarse.

Somos lo que hacemos
Nada del otro mundo, pero capaces de acumular información de calidad para terminar con mitos inventados por aquellos que nos quieren hacer pasar gato por liebre.
Presentamos un trabajo periodístico para determinar que es puro (cuento) mito eso de decir que la pobreza en Concordia se debe a la cantidad de personas (incluidos los uruguayos) que vienen a vivir a esta ciudad desde otras partes más pobres de la provincia y el país. En rigor, el nuevo discurso del poder (responsables directos del actual estado de cosas), luego de no poder seguir asegurando (por impresentable) que la culpa de la desocupación era la obra de Salto Grande. Este aporte para terminar con la chantada del discurso fácil de dirigentes que debían explicar sus responsabilidades, pudo haber tenido mucha más difusión por parte de algunos de nuestros colegas. Hubiese sido una oportunidad, no de reconocer nuestro trabajo (lo que pudo haberles molestado) sino para ayudar a que no se siga engañando a la sociedad. No hablamos de los genuflexos claro, sino de los “progres”.
Por eso, no hacemos “nada del otro mundo” entre otras cosas porque no resulta sencillo hacer algo “del otro mundo” en este, con esta clase de protagonistas. Concordia es muy especial y, solo a veces, los distintos protagonistas permiten cosas “del otro mundo”.
También ayudamos, humildemente, y desde el lugar que nos toca, claro, a que una de las corporaciones más poderosas no siguiera haciendo pingues negocios con el PAMI (la más grande obra social del país, la de los jubilados), a costa de la salud de los más viejos. No nos resultó sencillo. Por sostener el nuevo convenio prestacional y apostar a que las cosas mejoren y que los jubilados disfruten de esa nueva política, debimos soportar las difamaciones más brutales de muchos de los portadores de micrófonos que pululan en esta ciudad. El desquicio no permite creer que alguien haga algo o apoye proyectos ajenos por solidaridad, porque una causa vale la pena o por el compromiso con un determinado concepto, en este caso, de salud. Demasiado para ser cierto.
Fuera de ese “detalle” y a pesar de la infernal avanzada, el convenio se impuso y muchas de las organizaciones de esa corporación ya no sostienen sus estructuras burocráticas y sobredimensionadas gracias al dinero que le sacaban al organismo.
Sabíamos que en las pasadas elecciones del 2005 había que poner el acento en el tema de la ansiada Reforma de la Constitución de la provincia. Sospechábamos que políticas interesadas iban a intentar falsear la realidad. Nuestra tarea fue simple y sencilla tomamos en cuenta los datos oficiales acerca de cuántos habían votado por el No; cuantos se habían negado a votar por la reforma (pero que sin embargo fueron a votar a tal o cual lista de diputados) y los que votaron a favor del SI.
Con los cómputos en la mano, DIARIOJUNIO interpretó que el NO voto y el voto NO sumados, le ganaban al voto por el SI. El gobierno hizo lo imposible para demostrar que habían ganado, no pudieron. A pesar de contar con una infinita cantidad de medios, lo nuestro era de una lógica impecable y se impuso. Somos culpables sí (para algunos sectores), de no haber encabezado al otro día de las elecciones un grupo comando que se hiciera del palacio de invierno (Casa Gris), pero bueno, a ese sector, les pedimos disculpas por carecer de la audacia necesaria y correspondiente a hombres libres.
A los pocos días de nacer nos hicimos nacionalmente famosos pues hicimos conocer que el brutal y sangriento accidente ocurrido en el cruce de ruta de “Los Conquistadores” pudo haberse evitado si no se hubieran robado el dinero destinado a la instalación de luminarias. Varias personas murieron y DIARIOJUNIO fue la fuente de información del programa “Día D” conducido por Jorge Lanata.
Sería aburrido y antiperiodístico seguir hablando de nosotros y responder a nuestros críticos, que abundan, pero pocos nos creerían si decimos que no nos sentimos orgullosos.
Es que, en apenas 3 años, siendo un puñadito de periodistas con escasos recursos, no solo somos fuente de información para muchos colegas de la ciudad y la provincia, sino consulta de los grandes y más importantes medios nacionales cada vez que, en la ciudad la zona y a veces la provincia, ocurren hechos de trascendencia nacional. Aunque diariamente tenemos entre 7 mil y 8000 visitas hemos superado las 9.000
Lectores de diarios nacionales saben que a veces hasta nos citan y se han visto inclusive fotos nuestras publicadas allí o programas de radios y TV que han recurrido a periodistas de este diario para la elaboración de informes.
En fin, después de escasos 3 añitos, permítasenos la licencia. Festejamos además esta especie de (pretenciosamente llamada) revista de opinión o suplemento que seguimos pensando con el objeto de mejorarla.

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