Si bien por el momento la ocupación de camas UTI es baja, todo hace suponer que en los próximos meses el sistema de salud enfrentará un alto nivel de estrés. Esto dependerá de la evolución de la pandemia en el país.
En todo Brasil, la ocupación de camas de terapia intensiva es del 80%, pero en algunas ciudades ya es de 100%.
“Estamos ante dos escenarios posibles. Si se controlan las nuevas cepas, como la de Manaos o Gran Bretaña, habrá una curva ascendente suave de casos. De lo contrario, estaremos ante un cuadro de catástrofe sanitaria, con una segunda ola peor que la del año pasado por su mayor letalidad” advirtió a Ámbito, Ignacio Previgliano, director del Hospital Fernández
La decisión de poner en funcionamiento toda la dotación de camas UTI disponible en la Ciudad fue dada por el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. La cartera venía monitoreando la situación desde comienzos de enero, cuando dio la primera advertencia de comenzar, en forma progresiva, la afectación al tratamiento del covid todas las camas disponibles que, hasta ese momento, estaban siendo utilizadas para otras patologías. Pero la semana pasada se puso fecha para que el sistema sanitario porteño anti-covid esté en pleno funcionamiento. El temor es que la posible segunda ola sobrepase la capacidad del sector de salud, aún con la ampliación recibida en 2020.
El Fernández aumentó, hace un año, en unas 20 camas UTI, sobre las aproximadamente 40 que había, su capacidad de atención. Así llegó a tener 62 plazas de terapia intensiva. Con la primera ola el sistema resistió bien ya que nunca estuvo bajo amenaza de colapsar. El pico máximo de ocupación se había rondado el 80%. Sin embargo, la mayor contagiosidad que está mostrando la cepa que golpea a Brasil pone en duda si podrá resistir una agravamiento de la situación.
“Técnicamente, se podrían disponer de más camas y respiradores pero el problema pasa por los recursos humanos. Podemos abrir más camas pero no tenemos personal especializado para atenderlas. En un caso de ese tipo estaríamos trabajando como en situación de guerra tratando de hacer lo que se pueda” agregó Previgliano.
Ante esta situación, la expectativa está centrada en el avance de la campaña de vacunación que logre atenuar la gravedad de una segunda ola, aún con la falta de certeza de que las vacunas que se puedan aplicar sirvan para luchar con estas nuevas cepas. Las demoras en la vacunación y la escasez de dosis suficientes dejan una ventana abierta para poner el escenario de catástrofe sanitaria, al que se refirió el facultativo, con mayor chances de las deseadas.
Al finalizar el encuentro con la ex funcionaria, el comediante le aseguró que iba a «hacer todo lo posible para que sea presidenta, si quiere ¿Por qué no? Y lo digo claramente”.