El imputado por el robo de bebés durante la última dictadura cívico militar Jorge Fariña amplió su indagatoria ante el Tribunal Oral Federal este miércoles, previo al testimonio de Eduardo Costanzo -apodado Tucu o Tucumano, ex personal civil de Inteligencia del Ejército-, testigo clave en la causa que también comparecerá ante el Tribunal hoy.
Fariña dijo que Costanzo tiene «animosidad» contra él, que es un «fabulador, mentiroso, mitómanmo, un personaje perverso» y que «a él (por Costanzo) se le cree todo y a mí no se me cree nada, que soy todo lo contrario y reconocido en todas las ciudades donde estuve. Soy una persona de bien».
Luego añadió: «Creo que la investigación debe dirigirse y profundizarse principalmente sobre estos dos personajes, Costanzo y Navone, y sobre el IPP. Yo no tengo absolutamente nada que ver, ojalá se llegue a buen término y ojalá se sepa qué es lo que sucedió con los mellizos de la señora Raquel Negro».
Vale señalar que Paul Navone es el militar que se suicidó en febrero de 2008, el mismo día que debía prestar declaración indagatoria en la causa Hospital Militar. Fariña se sumó a Guerrieri en el planteo de que Costanzo y Navone tenían una relación personal.
El imputado pidió declarar antes de Costanzo, por cuyo testimonio hay una gran expectativa.
El represor fue ingresado raudamente al edifico donde se constituye el Tribunal Oral Federal a las 10 hs. en un auto con vidrios polarizados.
Costanzo fue clave en el avance de las causas por delitos de lesa humanidad, ya que brindó detalles sobre las operaciones de las Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983. De ese modo permitió investigar la desaparición y tortura de personas durante ese período.
El represor conocido como El Tucu, se hizo presente en la sala vistiendo una corbata estampada con personajes de Disney, según lo destaca El Once.
En la causa Hospital Militar, que juzga a los represores Juan Amelong, Walter Pagano, Marino González, Jorge Fariña y Pascual Guerrieri; y el médico Juan Antonio Zaccaría, el Tribuna Oral Federal investiga la sustracción y sustitución de identidad de los hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, quien dio a luz a mellizos en el nosocomio castrense en 1978.
Uno de sus hijos, Sabrina Gullino, recuperó su identidad en 2008, gracias, entre otros datos, al relato del propio Costanzo, quien dijo de qué modo se realizó el operativo de traslado de Negro y el destino de su hija recién nacida, quien fue abandonada en un convento de Rosario. El hermano mellizo de Sabrina continúa siendo buscado.