El 19 de mayo de 2015 presentaron el estudio de impacto ambiental, realizado hace más de un año. Oliva aseguró que se lo entregaron en la mano a la secretaria de Medio Ambiente de la Provincia. Respecto de la información sobre los hornos, sostuvo que fue entregada y tienen la documentación donde así consta.
Asimismo, sostuvo que tienen ‘buena predisposición’ para trabajar en conjunto y en julio pasado habían tenido una reunión que calificó como buena. Pero la clausura realizada el jueves pasado, que fue levantada al día siguiente por un lapso de 10 días, les dio la pauta de lo contrario.
Oliva dijo que sospechan que la única intención que persiguen con acciones como el cierre es perjudicar a la empresa. “Fuimos con todo lo que nos exigen y lo único que venimos sufriendo son obstáculos constantes”, manifestó.
El viernes pasado, Esteves explicó que la empresa no tiene el certificado ambiental porque no tienen lugar donde depositar los residuos tratados, no presentó documentación de los hornos con los que trabaja y además debe presentar una evaluación de impacto ambiental antes de autorizar el traslado.
El viernes la empresa recibió una prórroga de 10 días para presentar la documentación que adeudaba. El sábado la empresa volvió a realizar la recolección de residuos en forma normal. Lo que les impedía el acta era el funcionamiento de la planta, no la recolección de residuos. Pero al no poder tratarla, tampoco podían depositarla.
Mensualmente la empresa recolecta 32 toneladas de residuos patológicos de la ciudad sin tratar. Luego del tratamiento, mediante incineración y autoclavado, la cantidad de residuos disminuye notablemente. Asimismo, Oliva sostuvo que el 80 % de los residuos recibe tratamiento de autoclave y lo restante es incinerado en el horno pirolítico.