Según la empresa, la decisión ya fue comunicada a sus empleados y no tiene que ver con la crisis local, sino que corresponde a cuestiones estratégicas globales. Sin embargo, el modelo estaba previsto para abastecer el mercado local, que está en caída, y para exportarse a Brasil, que empezó a demandar menos producto. Ya que la planta tiene una capacidad total de 15.000 unidades por turno y se estaban produciendo 9000 al año: 70% para el mercado local y 30% se exportaban a Brasil.
En este marco es importarte remarcar que en 2011, la automotriz japonesa había inaugurado la planta en Campana, después de un período de incertidumbre debido a que no se terminaba de consolidad el proyecto. Las estimaciones iniciales de producción nunca se alcanzaron debido a que el vehículo no tuvo la aceptación esperada tanto en el mercado interno como en el brasileño. Comenzaba a cambiar el gusto de los consumidores que empezaban a preferir los SUV.
Esa mala decisión empresaria hizo que, unos años después, se decidiera discontinuar la fabricación del City para desembolsar una nueva inversión para el H-RV en 2015. Este vehículo tampoco llegó a los niveles esperados.
En 2006, Honda había inaugurado una fábrica de motos en Florencio Varela que, unos 10 años después, decidió cerrar para concentrar toda su actividad en Campana.