Según relató la crónica policial, Verón llegó a la casa de Romero ese mediodía, alrededor de las 12.45hs, con intenciones de “salvar su honor”, por cuestiones de mujeres y problemas de vieja data que los hombres mantenían.
Pero ante los reclamos de éste, el dueño de casa le contestó a balazos, causándole heridas que derivaron en su muerte.
Fabián Oscar Verón, conocido como “Tatita”, tenía domicilio legal en el Barrio San Agustín y trabajaba como mecánico de motos. En el ámbito judicial era conocido, por haber cumplido pena por dos homicidios: El primero perpetrado el 6 de noviembre de 1987, con condena atenuada por ser menor de edad, y por el otro hecho, de las mismas características, pasó ocho años en prisión.
Pero el mediodía del fatídico 24 de noviembre de 2010, Verón experimentaría una empatía poco feliz, con quienes fueron sus víctimas, cuando sin esperárselo, fue recibido a balazos por el imputado, y cayó exánime, desangrándose, hasta que vecinos alertaron a la policía y fue trasladado al hospital, donde murió al cabo de dos días.
En la audiencia de ayer, el acusado Julio Beltrán Romero, reconoció la autoría del hecho, en el marco de un acuerdo de juicio abreviado, por el que se le garantiza que la pena no será mayor a los 10 años y seis meses de prisión efectiva, más la declaración de reincidente, que lo inhabilita para adquirir beneficios de salidas transitorias o reducción de pena.
La defensa de Romero, fue representada por el defensor Oficial de Pobres y Menores Darío Perroud, en tanto la parte acusatoria fue representada por el Fiscal Mario Guerrero.