Quiero escribirte algo mi querido viejo y lo primero que pienso es… que muy muy raramente me aburro, es más, siento que no me alcanzará la vida para hacer todas las cosas que deseo: cantar, bailar, leer, asumir un compromiso político en los lugares donde me muevo, estar con mis hijas, en fin…
Por suerte estas en mí viejo, de esa manera; de esa forma apasionada y comprometida de vivir.
20 años de espacio-tiempo. Que difícil le resulta a la mente entender. No hará solo un instante que no escucho la melodía de tus manos sobre el piano?. No habrán pasado solo minutos que no te veo reclinado sobre tu mesa de dibujo en “ese otro mundo de números” haciendo cálculos con una Facit a manija! y el lápiz bien afilado?;o de observarte con los dedos en la tierra cuidando esa plantita de tomate que amagaba con salir?; o de estar“amuchados” en la cama grande como pichones escuchándote leer los cuentos de Andersen o la poesía de García Lorca mientras comíamos panes con azúcar y mate?.
Junto a tu compañera Blanca, fuego y luz a tu lado, te jugaste entero por una sociedad en la que el aire y la vida se puedan respirar sin restricciones, sin hambre, sin represión. Estampaste tus huesos en la cárcel un par de veces. Viste no sin asombro como quisieron “volar” lo que mas querías, tu familia.
Hechos que solo sirvieron para retemplar y encender aun más tu espíritu.
Tengo la teoría de que enfermaste porque el lugar donde depositaste lo más noble de tus ideales tomó un rumbo grave. Tu apasionamiento no te permitió verlo ni analizarlo antes. Cuando te diste cuenta ya era tarde y no lo pudiste soportar.
Sin embargo en tu sonrisa, en tu abrazo, en tu lucha, solo hubo lugar para una sincera apuesta de un mundo mejor.
A 20 años de tu ausencia física, vaya este escrito como homenaje de amor de todos tus hijos: Adriana, Gabriel, Marcelo, Blanca, Rosana y Marina y de esa red de amigos albañiles, artistas, profesionales, que compartieron tu mirada y disfrutaron de tu intelecto, tu música y tu poesía.
En lo personal, te extraño como el primer día.
Blanca.