Ate Santa Fe es integrante del Movimiento Obrero Santafesino, un conglomerado de gremios que se agruparon para contrarrestar el avance del proyecto de reforma laboral. En la misma confluyen cinco regionales de la CGT de la vecina provincia: Santa Fe, Venado Tuerto, Rafaela, Reconquista, Esperanza y el movimiento sindical rosarino. “Una expresión mucho más grande que la propia CGT de Rosario”, aclaró al programa “Vení que te cuento” (Radio Ciudadana).
La expresión más clara para el gremialista es la presencia del ministro de Energía Juan José Aranguren. “Representa a la Shell y la Shell es una empresa que no tiene nacionalidad. Sus intereses se dirimen en el mercado”, dijo. De la misma forma, señaló que los integrantes del gobierno tienen dinero en los paraísos fiscales. “Ese es parte del escenario donde ellos desenvuelven su actividad”, indicó.
El gremialista dijo que están dispuestos a avanzar con todo en el plano laboral sin importarle que detrás de esa reforma hay trabajadores argentinos. “Para ellos, el trabajador argentino es igual que el trabajador de cualquier lugar del mundo”, señaló. Además señaló que hay un titular del diario La Nación donde se señala que el gobierno impulsa una reforma laboral más profunda en los acuerdos por sector. “Esta reforma es una pantalla”, concluyó.
El Movimiento Obrero Santafesino se conformó con el objetivo de coordinar medidas contra la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional. A las pocas semanas de haber germinado incorporó importantes gremios, muchos de ellos alineados a la CGT de distintas regiones, Empleados de Comercio y estatales.
Hoffmann dijo que la práctica de “avanzar diez pasos para retroceder dos” le ha funcionado al gobierno. Para luego “avanzar otros diez pasos y retroceder dos”. En ese sentido, admitió que obtuvo un buen resultado electoral. Y por ello, cree que se va a definir hacia adelante claramente cuál es la oposición y el oficialismo en el país. “Ya no hay margen para sectores del opo-oficialismo que digan que hay que darles gobernabilidad a este gobierno. Acá se va a votar a favor o en contra de la reforma, el que vote a favor pertenece al oficialismo”, dijo.
Respecto de la CGT, considero que está visto que no se trata de una estructura homogénea sino que hay integrantes que se identifican con alineamientos diferentes. De hecho, sostuvo que no va a haber una expresión ‘monolítica’ de la Central si hay acuerdo de algunos gremialistas con sectores del gobierno. Del otro lado, está el secretario general de los Camioneros, Pablo Moyano, quien asistió al encuentro de la Corriente Federal, donde también estaba (Hugo) Yasky de la CTA. Intuyo que muchas seccionales de la UOM están en un planteo similar al de Pablo Moyano”, dijo.
Incluso, indicó que a CGT debe ser la expresión más ‘débil’ de los últimos años dado que dan un sinfín de vueltas para analizar el proyecto al que calificó de “mamarracho”. “Se comprometieron a llamar a un confederal y tampoco lo hicieron. La CGT no goza hoy de fortaleza frente a los trabajadores ni frete a las asociaciones que la integran”, dijo. Por ello, dio por descontado que la dinámica de los acontecimientos cincelará los realineamientos que se darán en el futuro.
La debilidad de la CGT lleva a que hay una atomización de las posturas respecto de la coyuntura. “Está la CGT; la Corriente Federal, una parte de la CGT que no participa de la conducción; las dos CTA. Hay una mirada de distintos sectores en el orden nacional respecto a la política gremial. Sin embargo, en el Interior se está dando un fenómeno nuevo que es la unidad del movimiento obrero donde confluyen la CTA con las CGT. Se ha dado en Entre Ríos, con anterioridad en la provincia de Santa Fe, en el interior de Córdoba, en la Patagonia”, dijo. Algo similar sucedió ayer en Luján, provincia de Buenos Aires, donde se reunieron la CTA con la Corriente Federal.
Para Hoffmann no hay dudas de que el destino del movimiento obrero como movimientos “se juega” en el interior del país.
Más adelante, señaló que estuvo presente en un plenario de delegados de la UOM en Villa Constitución. El promedio de edad era de 40 años y menos. “Hay un movimiento obrero nuevo producto de los cinco millones y medio de puestos de trabajo creados en la década pasada que no se ha terminado de expresar. Se está empezando a expresar”, dijo.
Y añadió que los sindicatos de base, los dirigentes tiene relaciones directas y cotidianas con los trabajadores mientras que las conducciones metropolitanas lo han perdido. Por ello, sostuvo que se ha producido un divorcio entre cúpulas que se mueven cerca del poder mientras dirigentes de base atienden situaciones cotidianas del mundo del trabajo. Por ello, dijo que desde allí se reconduce el movimiento obrero, donde se eliminan las diferencias que existen a nivel nacional como la distancia de CGT y CTA. “Allí ven como natural la confluencia entre ambos sectores, cosa que no se da a nivel nacional”, dijo.
Por ello manifestó que abrigaba expectativas de que el movimiento obrero recupere protagonismo a través de los sindicatos de base que se unan “por abajo”, respetabndo las diferebncias. “Tenemos que cuidarnos, que bi nos tensiones e ir transitando el camino en común. Tenemos que salir a la calle más temprano que tarde pero si las expectativas es generar un movimiento obrero, distinto al actual, tenemos que darnos tiempo a madurar”, dijo.