Según los primeros datos arrojados luego de varias testimoniales y de la indagatoria, la víctima de apellido Aguilar estaba con un grupo de amigos y al frente esperando el colectivo una chica a la que él conocía o había tenido relaciones amorosas en alguna oportunidad.
Aguilar estaba tomando y le dijo a alguien que estaba con él “te juego a que voy a la abrazo y la beso a la Ana”. La persona que escuchó le sugirió que mejor no lo hiciera pues podría tener problemas. Antonio Aguilar no escuchó, fue e hizo lo prometido lo que al parecer no le cayó bien a “Ana” quien comenzó a gritar que al quería violar.
Cuando los hermanos de Ana escucharon sus gritos, salieron corriendo con el objetivo de atrapar al supuesto agresor quien corrió y se metió en una de las casas de ese pobre asentamiento.
Pasó un rato, salió de esa vivienda y al rato y al ser visto por los hermanos y el padrastro de Ana lo volvieron a correr y este se da a la fuga escondiéndose dentro de una vivienda del lugar. Al parecer lo esperaron y cuando salió de esa casa no se percató que lo esperaban, lo corrieron lo alcanzaron y lo mataron a golpes y palazos.
LA ACCION JUDICIAL
El fiscal Guerrero actuó apenas se enteró del hecho y desde el mismo sábado que comenzó a tomar declaraciones entre indagatoria y testimoniales. Las últimas fueron hoy alrededor de las 14 hs.
En tanto adoptó la medida judicial de dictar prisión preventiva para dos hermanos de la joven supuestamente agredida y el padrastro de todos ellos.
LA HISTORIA SE REPITE PERO AL REVES
Lo increíble del caso es que esta misma familia que hoy está involucrada en este brutal episodio de violencia y muerte, sufrió en un pasado no muy lejano un hecho similar.
El padrastro de estos jóvenes agresores (que no es este sino otra persona que antes vivía con la madre de todos ellos), fue brutalmente agredido por una turba que lo dejó destrozado a golpes, aunque con la suerte de no haber fallecido producto de la golpiza.
MARGINALIDAD EXTREMA
El cuadro pintado respecto de la situación social de vida de víctima y victimarios es de un nivel que desgarra. El chico de 17 años detenido e imputado como uno de los autores es analfabeto puro, o sea, no sabe firmar y leer mucho menos. Su hermano y el padrastro son casi analfabetos o analfabetos funcionales.
La madre a su vez, tiene otros hijos e hijas, entre ellos chicos discapacitados y otra hermana que a su vez tiene hijos que, al parecer viven en la misma vivienda.
En rigor, más que vivienda una casita de costaneros en uno de los tantos asentamientos de la ciudad.
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