PORQUÉ JAN DE NUL, LA EMPRESA BELGA, ES LA CONCESIONARIA
El contrato original fue firmado en febrero de 1995, -gobierno de Carlos Menem-, quién adjudicó por decreto Nº 253/95, las tareas de dragado y balizamiento del Río Paraná en una polémica licitación, a un consorcio privado integrado por la multinacional de bandera belga Jan de Nul y la argentina Emepa. Originalmente era por 10 años, pero en 1998, en forma irregular, se lo extendió a 18 años.
En junio de 2007, estando Néstor Kirchner en la presidencia, comenzó una renegociación de sus términos que culminaron en abril de 2009, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, ratificado por el decreto 113 de enero de 2010. La concesión, vencía en 2013, pero se la extendió por ocho años más y se amplió en 654 kilómetros el área en la que operaba la compañía, momento en que se firmó la renegociación de dicho contrato que venció en estos días.
Jan de Nul siempre se quiso sacar de encima el ‘socio argentino’, la empresa Emepa, porque por obvias razones quiere todo el paquete y encontró la oportunidad cuando Benjamín Gabriel Romero, presidente de esa firma, se convirtió en uno de los ‘arrepentidos’ que usó el cuestionado juez Bonadío para ir contra CFK y sus aliados, para ‘divorciarse’ y desplazarlo del negocio.
La empresa concesionaria juega fuerte con éste, que probablemente sea el mejor negocio que tiene: Pieter Jan de Nul, nieto del fundador de la empresa, hijo del actual dueño, vive en nuestro país administrando la compañía. Pero Jan de Nul tiene antecedentes complicados: ha sido denunciada por corrupción en casi todos los países en los que ha actuado, comenzando por Bélgica, su país de bandera.
EL GOBIERNO PLANTEA QUE LA HIDROVÍA ESTÉ CONTROLADA POR EXPERTOS
Otra jugada importante del gobierno es la creación de un Consejo Federal en el que participen las cuatro entidades que integran la Mesa de Enlace, la Bolsa de Comercio de Rosario y Santa Fe, la UIA y la CAME en nombre de las empresas, ocho universidades nacionales y la Asociación de Abogados Ambientalistas. Además, estará sentado en el Consejo un organismo clave del gobierno, la UIF -Unidad de Información Financiera-, que pidió integrar el organismo y viene investigando maniobras de contrabando, evasión tributaria, trata de personas, narcotráfico y contrabando de armas que también se consuman a través de la Hidrovía.
Según dicen en el gobierno, la UIF participará en el marco de las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y las previsiones de la Ley 25.246, sobre Encubrimiento y Lavado de Activos de origen delictivo.
La participación de la UIF sería estratégica para controlar la multimillonaria evasión de divisas que todos saben que existe pero que no se ha podido frenar hasta ahora.
LO QUE NOS ROBAN HOY POR LA HIDROVÍA
“De los 3.000 barcos que entraron en Rosario se calcula que el 8% no pagaron impuestos, se “esfumaron” 240 barcos graneleros de entre 40 y 60 mil toneladas de soja”
El ex director titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Pedro Peretti[i], denuncia que: “la cantidad de soja que se va del país clandestinamente es mucha más de la que se estima y habría que poner balanzas antes de cada puerto para controlar lo que se exporta: “Poner una balanza a 50 metros antes de cada puerto y operada por el Estado, no adentro del puerto. Y todo camioncito que entra se pesa, y ahí nos vamos a llevar una sorpresa increíble. Hoy ese control lo hacen las mismas empresas, se autocontrolan presentando sólo declaraciones juradas; por eso es que el problema central del estado argentino es la falta de controles y la falta de regulaciones del comercio exterior de granos” de los 3.000 barcos que entraron en Rosario calculan que el 8% no es que no pagan impuestos, se esfuma, 240 barcos graneleros de entre 40 y 60 mil toneladas de soja”
¿Cuánto nos robarán en 2021 si los dejamos?
Solamente con la subfacturación, en 2013, (las exportaciones declaradas del complejo sojero en el primer trimestre de ese año fueron 1.678 millones de dólares) nos robaron 1.500 millones de dólares. En 2021, en el primer trimestre de este año la cifra de las exportaciones se ha duplicado: 3.152 millones de dólares y las condiciones de subfacturación y contrabando no han cambiado. Ponga Ud. la cifra, y seguramente se quedará corto.
El Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Economía de Argentina (CEFIDAR) efectuó un estudio usando datos aduaneros de ocho empresas que en 2013 representaban el 70% de las exportaciones de harina de soja, el 67% de aceite y el 48% de granos de soja.
Los resultados indicaron una subfacturación debido a precios de transferencia, del orden del 10%. Lo que equivalía a una elusión de aproximadamente 1.500 millones de dólares al año, solamente para el sector sojero. Los autores indicaban en sus conclusiones, que los resultados obtenidos fueron consistentes con los trabajos realizados anteriormente por Pierri y Cosenza (2014) y Rossi, Leon y Cocchi (1987).
Y estamos hablando solamente del complejo sojero, o sea granos, aceites, alimentos y derivados de esta oleaginosa. Las cifras del total de exportaciones actuales se han duplicado, de poco más de 30 millones de toneladas en 2013, a un total de 56 millones en 2020, o sea casi el doble, lo que hace presumir que las sumas de este año serían muchísimo mayores.
CONCLUSIÓN
Plantear un quiebre en la actual relación de fuerzas en la coalición que nos gobierna es jugar con fuego. De romperse la base que da sustento político al gobierno del Frente de Todos, sin ningún lugar a dudas significaría que el statu quo del saqueo cerealero a nuestro país se mantendría intacto. La propuesta que hace Alberto Fernández, de recuperar el control del tránsito y el cobro de peajes para el Estado, al que también se le podría agregar el mantenimiento del balizamiento, no puede ser objetada por ningún sector del gobierno y debería significar un fenomenal recupero de soberanía y recursos para el país, la oportunidad está aquí y el momento es ahora.
[i] https://lmdiario.com.ar/contenido/288304/evasion-y-contrabando-el-agujero-negro-del-campo