Hay un centenar de familias afectadas por el temporal en Paraná

Y en esa situación quedaron muchos, dijo María Emilia Lagorio, presidenta de la comisión vecinal, quien mencionó que según un relevamiento realizado por ellos, había 87 familias afectadas por el temporal y, de ese número, a 50 se les voló el techo. “Esas 87 familias quedaron mojadas de pie a cabeza y perdieron todo. De esas 87, 50 perdió el techo”, añadió.
En tanto, la Municipalidad de Paraná informó que se produjeron voladuras de techos en unas 100 casas de los barrios alcanzados por el temporal.
Durante el día, personal municipal repuso el techo a una parte de esas viviendas dañadas; mientras que el arreglo del resto quedó pendiente para hoy, informó la vecinalista.
En cuanto a los moradores de este último grupo de casas, hubo casos en que se las arreglaron cubriendo el techo con algún toldo o pedazo de chapa y otros, principalmente las mujeres y los chicos, fueron alojados por otros vecinos.
Lagorio destacó el trabajo solidario y mancomunado de los vecinos y también la predisposición de las autoridades.

De bar a alojamiento

Don Gustavo Foletto cerró las puertas de su bar, amontonó las mesas y las sillas en un rincón, y tiró colchones en el piso para, así, albergar a tres familias con más de diez chicos.
Ana de Isurieta todavía está tensa, con las manos apretadas. No sabe cómo, con qué palabras expresar lo que se siente cuando una fuerza inusual hace estallar los vidrios de las ventanas en mil pedazos y envuelve el techo y lo levanta como si fuera un pañuelo. “Los chicos están shokeados, no hacen otra cosa que hablar del techo, de la tormenta. Es que fue tan impresionante. Ellos están con terror”, dice. Ricardo, uno de los hijos de Ana, debió ser internado debido a que la rotura de los vidrios le lastimaron el cuerpo.
Ana junto a Marta Godoy y sus respectivas familias, son vecinas que vivían (como intrusos) en casas de un barrio del IAPV, varias de las que perdieron sus techos por el efecto del viento.
Anoche, don Gustavo se aprestaba a recibir otra familia en su bar de calle Polliti.

Terror

Eran más de las 21 y en las calles todavía se seguía viendo gente. Había quienes caminaban con colchones, y otros que buscaban emprolijar el frente de la casa. En la zona del barrio de IAPV, uno de los sectores que los vecinos señalan como más afectado, se observaba gente en las casas ocupadas, que permanecían a oscuras a diferencia del resto del vecindario que había recuperado el servicio eléctrico a mitad de la tarde.
Ahí viven unas 20 familias que habían dejado sus casas precarias, ubicadas a la vera del arroyo Antoñico que cruza por la zona. Pero hay otras 10 familias que siguen viviendo cerca del cauce, a las que el temporal dejó a mal traer, describió Maximiliano, un habitante del lugar. “Vivimos una situación de terror. Un árbol rompió los vidrios, se metió el granizo en abundancia adentro y el griterío desesperado de los gurises fue terrible. Fueron 20 minutos, los que duró la tormenta, que parecieron eternos”, contó el vecino.
De las 10 familias, con casa cerca del arroyo, a siete se les voló el techo. “Esa gente se refugió durante el temporal como pudo. A algunos les quedó techado solamente el bañito y ahí se fueron todos, abrazados, gritando, hasta que pasó todo”, relató. En ese barrio, anoche hubo familias que cobijaron a otras y algunas que buscaron acomodar el techo arrastrado por el vendaval o tiraron un toldo sobre la estructura en pie, informó el vecino.

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