Hay que prepararse para otros tres meses lluviosos

Así se desprende de un extenso informe que hizo conocer la Bolsa de Cereales, realizado por el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, especialista en agro clima.
El comportamiento normal hubiera sido que el fenómeno se dispersara en marzo, pero en cambio «conservará su categoría de El Niño por lo menos hasta junio de 2010», según Sierra. «Desde que el fenómeno empezó a ser citado en las crónicas históricas hacia comienzos del siglo XVII, sería la primera vez que su proceso se continúa en el año climático siguiente», destacó el especialista. Aclaró que «de cumplirse esta previsión, ello representaría la ocurrencia de dos episodios consecutivos de El Niño, situación que nunca se ha dado hasta el presente». Por esta causa, debe preverse un otoño más lluvioso y cálido que lo normal.

Más crecientes
«Debido a que muchas cuencas se encuentran saturadas a causa de las abundantes lluvias ocurridas durante primavera y verano y ya no pueden absorber nuevos aportes hídricos, es muy alto el riesgo de que las precipitaciones sobre lo normal, que se esperan para los próximos meses, causen inundaciones», dijo.
Paralelamente, se mantendrá el riesgo de olas de calor con posibles golpes de sol que, al mismo tiempo incrementarán la evapotranspiración, «perjudicando el equilibrio hídrico de los cultivos».
No obstante, es poco probable que las heladas se manifiesten en forma temprana debido a la humedad.

Para el campo
Es muy probable que en la mayor parte del área agrícola nacional continúe un escenario de excesos hídricos salvo en el sur de Buenos Aires y otras zonas.
«Se presenta una situación que exige el máximo cuidado en la toma de decisiones y en su puesta en práctica, ya que se conjuga una difícil situación económica y política», sostuvo Sierra en el informe al que tuvo acceso Noticias Argentinas.
El proceso agroclimático previsto durante la campaña agrícola 2009/2010 puede dar inicio a un período favorable para la producción agropecuaria.
Las reservas de humedad que serán aportadas por las lluvias abundantes, que se esperan hacia el fin del verano, darán condiciones favorables para la implantación de la cosecha fina 2010.
«Si se las administra con cuidado, facilitarán la siembra de la cosecha gruesa 2010/2011», advirtió el experto.
En lo que hace a los riesgos agroclimáticos, se producirá un marcado cambio ya que la sequía y las heladas, que predominaron durante las campañas 2007/2008 y 2008/2009, dejarán de constituir las principales amenazas.
No obstante, dará paso a una mayor incidencia de granizo, vientos, anegamientos e inundaciones, en forma similar a lo registrado durante las campañas 2002/2003 (Inundación de la Ciudad de Santa Fe) 2006/2007 (anegamiento generalizado de campos en la costa santafesina del Paraná).
Por su parte, el panorama sanitario, que estuvo muy tranquilo durante las campañas agrícolas 2007/2008 y 2008/2009 debido a la sequía, pasará a mostrar condiciones cálidas y húmedas, muy conducentes para el desarrollo de enfermedades y plagas.

Un aguacero
Aproximadamente a las 4 de la madrugada de ayer, comenzó a caer sobre la ciudad una persistente lluvia que de a ratos fue un aguacero. Esto se extendió hasta avanzada la mañana y si bien a la tarde se mantuvo el tiempo inestable, ya lo peor había pasado, aunque de todas maneras el servicio meteorológico nacional preveía más chaparrones para esta madrugada.
Casi 70 milímetros cayeron en la ciudad, lo que habla a las claras de la gran cantidad de agua que precipitó en casi 8 horas. Como suele ocurrir en estas circunstancias hubo algunas complicaciones por calles anegadas y algunas viviendas en las que les ingresó agua en el interior por los desagües tapados.

Entradas relacionadas