Cesar Miño y Sergio Quintana fueron vistos por última vez el 21 de septiembre del 2017 en una estación de servicio de Monte Caseros, en el contexto de un viaje a Corrientes que habitualmente realizaban a comprar mercadería para revender. Días después de la denuncia por la desaparición, la justicia correntina encontró en un descampado la camioneta Peugeot Partner en la que se conducían, completamente incendiada y desmantelada. Pero de ellos nunca más se supo nada. “Estamos hace ya mucho tiempo en un punto de la investigación en la que no hay ningún dato nuevo y tampoco podemos avanzar”, lamento.
Vale remarcar que uno de los principales problemas que se tuvo desde el primer momento en cuanto a la actividad procesal es que Entre Ríos no tiene competencia en Corrientes, situación que obstaculiza todo tipo de avance. “Esto debe quedar en claro para deslindar la responsabilidad en la justicia entrerriana”, aclaró Jáuregui. “La colaboración que se brindó desde el primer momento fue articular la investigación trabajando en conjunto con las fuerzas de seguridad de nación, de la provincia y con las autoridades de la justicia correntina y por eso es que pusimos a disposición de la justicia de Corrientes toda la información, estructura y elementos que teníamos, e incluso hasta se aprobó una recompensa. Pero sin embargo pese al tiempo transcurrido, no ha habido ningún tipo de avance y no tenemos manera de romper ese círculo”, sentenció.
En el mismo contexto, Jáuregui remarcó que la responsabilidad de esta situación es de manera “exclusiva y excluyente” de la justicia penal correntina y recordó que “en un primer momento ellos se quejaban de que no tenían recursos ni estructuras para ampliar la búsqueda y por eso nosotros le proporcionamos y pusimos a su disposición lo que necesitaban para trabajar, pero hasta el día de hoy el resultado es el mismo que el de hace dos años y, como dijo el propio fiscal Cabral: a mayor tiempo transcurrido, mas difícil encontrar datos”
Finalmente, el letrado sugirió que la hipótesis que más se asemeja a lo investigado es la que surgió de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que en una visita a Concordia habló con los familiares y letrados y advirtió que estaban detrás de una “peligrosísima banda” que se manejaba en esa zona. “Yo creo que por las características de hecho, esta conjetura se ajusta más a la desaparición de Miño y Quintana y que eso de un supuesto ajuste de cuentas. Hay que por lo menos limpiar a las víctimas”, concluyó