El presidente Néstor Kirchner dijo, durante su visita a Concordia el 4 de febrero de este año, que en menos de 15 días vendrían a Concordia el Secretario de Obras Públicas y la ministro de Acción Social, Alicia Kirchner, para ponerse a trabajar en torno del lanzamiento de las Cooperativas de Trabajo. “Vamos a recuperar la autoestima, la dignidad y la alegría” expresó en aquella visita fugaz al Hospital Masvernat.
Daniel Vilchez, titular de la Unidad Operativa de Viviendas, repartición municipal que coordina las cooperativas conformadas por desocupados, dijo al respecto, “cuando escuchamos ese anuncio nos pusimos a trabajar contrarreloj para armar las cooperativas. Primeramente se conformaron los grupos pre-cooperativas-indicó Vilchez, haciendo una cronología desde la visita de Kirchner-. Estos grupos están conformados en un 75 % por planes Jefes y Jefas de Hogar”. Cada cooperativa, en consecuencia, agrupa 16 desocupados, 12 de los cuales cobra el Plan.
“Estos planes se fueron promocionando en los barrios. En ese momento, se conformaron las 50 pre-cooperativas. Paralelamente se fueron localizando los terrenos donde se van a emplazar las viviendas” indicó el titular de la Unidad Operativa. Esa fue la primera etapa. En la segunda, interviene el IAPV, que es quien audita el programa. “En este momento, tenemos la confirmación extraoficial que están aprobadas las 50 pre-cooperativas” agregó.
Respecto de las herramientas que utilizarán las Cooperativas, Vilchez aseguró que recibirán un subsidio para poder adquirirlas. “ Se le van a comprar todas las herramientas que sean necesarias. Otro aspecto a tener en cuenta es la homogeneidad de los grupos. “No todos comparten la misma formación. Algunos grupos están compuestos por albañiles que se unieron exclusivamente para conformar la cooperativa. Otras están formadas por gente que no es idónea en la construcción” expresó el encargado de la Unidad Operativa. De todas maneras, en todas las cooperativas hay, al menos, dos oficiales y cuatro medio-oficiales o “media-cucharas”.
El programa prevé capacitación para los integrantes de las cooperativas. “La primera y más importante es capacitación en cooperativismo” dijo Vilchez. Lo que en realidad se busca, la quintaesencia del programa, es la reinserción laboral de los desocupados. “Deben independizarse. Por eso, la capacitación se va a ir haciendo paralela a la construcción de las viviendas”. El Inaes (Instituto de Cooperativismo y Acción Solidaria), organismo provincial, se va a encargar de parte de la financiación de la formación de los cooperativistas. El municipio, por otra parte, afectará a técnicos en cooperativismo en la tarea.
“Estas personas se encuentran en una economía marginal, en un sistema que no les da posibilidades de progreso. En cierta manera el subsidio es perverso, porque hay personas que han sobrevivido con los planes a lo largo de diez años” dijo Vilchez. “Afecta la dignidad de la persona porque lo termina convenciendo que es incapaz de salir adelante con sus propios medios. Esto pasa cuando algo que debe ser ocasional, de emergencia, se prolonga a lo largo del tiempo” agregó.
Respecto de las posibilidades de autosustentarse con el correr del tiempo, Vilchez señala que “la gente de la zona sur que se dedica a la construcción de ladrillos, nunca ha tenido la posibilidad de conformar una cooperativa porque el trámite solía ser muy engorroso y costoso” dijo Vilchez. A partir de la conformación de la cooperativa, podrían facturar y no venderle a un intermediario, tal como hacen ahora. “Esto les permitirá presentarse en licitaciones y en concursos de precios. Salen de la economía informal para introducirse en la economía formal” agregó.
Un tema, quizás el más importante para quienes se inscribieron en el sistema, es la remuneración que recibirán. “A lo largo de los cinco meses que van a durar los contratos (cada cooperativa tiene asegurado dos contratos), quienes tengan el Plan, van a seguir cobrándolo. Pero el programa tiene establecido una escala de asignaciones, que en el menor de los casos va a ser de otros $ 150. O sea, que nadie cobraría menos de $ 300” explicó el titular de la Unidad Operativa. El programa contempla que a los diez meses, cada cooperativa pueda sustentarse en forma independiente. O sea, que los desocupados no necesiten seguir cobrando los planes Jefes de Hogar.
“La Nación financia, el IAPV audita y la municipalidad ejecuta” explicó Vilchez en otro párrafo. Se construirán 200 viviendas en cada una de las dos etapas previstas en el plan, 400 en total. Para que el programa se ponga en marcha, restan la firma de dos convenios. “Uno entre la Nación y el IAPV, aprobando el financiamiento, y otro específico entre el municipio y el IAPV. A partir de ahí, estaríamos en condiciones de empezar a trabajar”. ¿Hay alguna fecha tentativa para la firma? Preguntó Redes. “No hay una fecha determinada. En estos días se está determinando la firma entre la Nación y el IAPV. Calculo que luego se firmará inmediatamente el nuestro” respondió Vilchez.
¿Hay ansiedad en la gente para que esto comience? “Basta decir que se ha rebasado la cantidad de cooperativas que teníamos prevista. Enseguida armamos las 50 cooperativas previstas. Pero siguió apareciendo gente y llegamos a 60. Después hubo que bajar la persiana porque ya no había más lugar” agregó, sin dejar de mencionar que había gente que seguía viniendo dispuesta a anotarse. “Hay que tener cuidado con lo que se dice sobre este tema porque si bien hay mucha gente que tiene una expectativa de trabajo distinta, también hay mucha necesidad” confiesa esta fuente.
Fuente: Semanario Redes
