Los cooperativistas escribieron una carta abierta donde denuncian diversas irregularidades: atrasos en los pagos de la mano de obra, falta de materiales, atraso en los plazos de obra, falta de acceso a los precios que se pagan por los materiales. Los obreros denuncian estar cansados de ir a retirar materiales que la municipalidad asegura haberlos pagado y los proveedores no se los entregan porque alegan lo contrario.
“Estamos hartos de tanta mentira, porque cada vez que llegan funcionarios de la Nación montan un circo armado para engañar a los funcionarios, hacen promesas que nunca cumplen y cuando se van, volvemos a lo mismo”, señala el comunicado.
La nota también advertía que se viene produciendo una deserción que provocará “daños irreparables”. La presión de los cooperativistas también se ejerce sobre los presidentes de las mismas. “Los consejos de administración debemos soportar presiones de todo tipo en forma permanente porque nuestros asociados quieren cobrar, en tiempo y forma con mucha razón”, indicaba la nota.
Paralizados
Mientras la asamblea deliberaba en el centro del terreno donde se edifican las viviendas, con la presencia de la concejal Gladis Tribulati (Nuevo Espacio); algunos cooperativistas se limitaban a sentarse a tomar mate, mirar la asamblea o realizar alguna tarea secundaria para “pasar el rato”.
En la Bianca trabajan 19 cooperativas compuestas por 16 integrantes cada una que debe construir cuatro casas en esta primera etapa. La mayoría de las viviendas no alcanzó a certificar la segunda etapa, que incluye el techo y las cañerías de agua potable y energía eléctrica. Ninguna casa alcanzó a techar. “Palos tenemos nada más que para dos casas y no tenemos las chapas” dijo Oscar Wesner, presidente de la cooperativa “La Bianca”. “Estamos haciendo una asamblea porque no tenemos materiales, no tenemos la certificación, la gente no tiene la plata”, agregó.
Hace dos meses que la construcción de las viviendas se encuentran semiparalizadas. “Hace dos meses que estamos parados. Recién empezamos el jueves a trabajar pero hace dos meses que estamos parados. No puede ser que sigamos parados. Estamos esperando que lleguen medios de Bs. As.”.
Juan Carlos Patenay, presidente de la cooperativa “Puerto de Paz”, expresó que “nos tienen atrasado con materiales hace bastante tiempo”. Los cooperativistas están indignados con la municipalidad y con los proveedores de los materiales de construcción. “El municipio dice que ya ha pagado los materiales, los proveedores dicen que no. Nos quiere cobrar materiales que ya están pagos como piedra, arena. Ni el municipio ni los proveedores son claros con sus papeles. La municipalidad no paga ni los proveedores tienen los papeles en orden”.
“Nos presentan una deuda cuando en realidad no existe tal deuda. Me parece que está muy inflado el tema” ¿Hay mala fe de los proveedores? “Acá el que maneja es el señor Niez la parte de los comerciantes (Roberto Niez es el presidente del Centro de Industria y Comercio). Hasta que no declaren ellos los papeles como tiene que ser, nosotros estamos preocupados. Si siguen así, es preferible tener 50 o 100 negocios chinos que no van a joder con los políticos. Acá nos están metiendo la mano en el bolsillo”.
Valeria, una trabajadora de la cooperativa “1º de Marzo”, expresó que “trabajamos con un poquito de materiales pero no se puede si no te pagan como corresponde”. Los trabajos comenzaron el 1º de marzo, hace más de tres meses. El compromiso era que los trabajadores cobrarían $ 350 adicionales a los $ 150 del Plan por mes. Sin embargo: “hemos cobrado únicamente dos veces. En abril $ 80 porque no nos habían certificado lo que nos correspondía, ahora nos dieron un adelanto de la certificación de $ 200. Y no nos certificaron todavía la 2º etapa”.
La cooperativista recordó que “teóricamente, las casas debían estar en cuatro meses. Van a pasar los cuatro meses y estamos en nada. Estamos parados porque tendrían que estar las chapas, los palos y no lo tenemos”. Pero la desazón es generalizada, “de que te sirve trabajar y trabajar para llegar a tu casa y te piden que cocines y tenés que salir a pedir prestado”. Valeria cobra un plan jefes. “Yo por lo menos tengo un plan, pero ¿y la gente que está dentro de una cooperativa y no tiene el plan?”, expresó.