Los cuerpos estaban abrazados y su estructura es tan frágil que se deshacen al contacto con ellos, señaló Hilario Aguilar, que encabezó la expedición que permitió el rescate de ambos montañistas.
En el lugar donde se hallaban se encontraron partes de un jersey, una campera azul celeste y una alforja que llevaban consigo los alpinistas, identificados como dos hombres que tuvieron un accidente y murieron al escalar la cumbre en 1958.
Aguilar, del grupo Delta de alta Montaña, explicó que después de una intensa búsqueda, se halló el cuerpo y debajo de él, cubierto por nieve, el segundo cuerpo abrazado a él.
El rescate todavía no se concretó porque al abrir la tumba natural salieron gases tóxicos y se debe esperar a que se diluyan, amén de que se requiere de un helicóptero para retirarlos.
Por ahora, todavía se desconoce la identidad de los cuerpos momificados pero se cree que corresponden a dos alpinistas sepultados por un alud en 1958 que podrían ser franceses o alemanes, pero no hay denuncias sobre sus desapariciones.
También se cree que podrían corresponder a dos mexicanos, Juan Espinoza y Enrique García, sepultados por un alud de nieve en 1958.
