Un guardacosta de la Prefectura Naval Argentina avistó alrededor de las 16.00 el cuerpo sin vida de Gerardo Ezequiel Escobar (23), conocido como “Pichón”, cerca de la orilla del río, a la altura del Monumento Nacional a la Bandera.
Escobar estaba desaparecido desde la madrugada del viernes 13 de agosto luego de salir del boliche “La Tienda” del centro de Rosario.
El cuerpo del joven fue trasladado al Instituto Médico Legal de Rosario, donde se le practicó una autopsia para determinar la causa de la muerte y fue identificado. Su hermana, Luciana, y una prima reconocieron el cadáver, y según el informe preliminar “no encontraron golpes ni heridas”.
Las autoridades agregaron que se le realizaría una nueva autopsia para determinar las razones de la muerte. El cuerpo del empleado municipal tenía la misma ropa con la que se lo había visto por última vez y llevaba un documento que lo identificaba.
Los pesquisas descartan que haya sido víctima de un robo, ya que entre sus ropas se encontró dinero en efectivo, una cadena de oro y su teléfono celular.
Una cámara de videovigilancia del lugar registró su salida a las 5.45 y tras mantener un altercado con un patovica del comercio, se perdió por calle Sarmiento hacia Catamarca, a dos cuadras del río Paraná.
La madre denunció su ausencia el viernes por la noche y el sábado las actuaciones llegaron a la Fiscalía Regional 2 de Rosario, que el mismo día allanó cuatro domicilios, entre ellos el del patovica. El hombre declaró ante los fiscales del caso y fue liberado, aunque le secuestraron 12 teléfonos celulares que fueron peritados.
Un chofer del transporte urbano de Rosario declaró el miércoles que lo había llevado en su unidad, pero luego esta pista resultó falsa. Ahora la investigación tratará de determinar si se arrojó al río por su propia voluntad, o si fue empujado u obligado a hacerlo.
