“Quedó internada, está internada”, dijo Montangie. Además, sostuvo que los afiliados al Pami son derivados al Concordia o al Masvernat con quienes trabajan en conjunto. Pero la mujer no fue derivada porque el nosocomio “estaba lleno y no la recibían”. “Hace varios años que vengo diciendo que faltan camas. Es probable que con estos fríos, las personas de la tercera edad hacen bronquitis y cuadros respiratorios. Muchas veces terminan internados para hacerles tratamientos endovenosos”, indicó Montangie.
Cuando el sanatorio está completo, Montangie dice que se lo deja en la guardia hasta que pueda habilitarse una cama. “Hay gente que puede entender la situación o como esta gente que no entiende la situación. Creen que no hay un número fijo de camas”, indicó. Y añadió que la situación varía de un momento a otro. “A lo mejor mañana de mañana se les da de alta a varios y hay camas a la tarde”, dijo. Un paciente con un problema respiratorio suele quedarse entre cuatro y cinco días internado.
Según aseguró un vecino al diario ‘El Sol’, llevaron por la cápita del PAMI a su madre de 76 años a un sanatorio y, según señaló, la dejaron al igual que otros pacientes, en camillas en los pasillos porque no hay camas ni en terapia ni en las habitaciones.
Para Montangie, en la ciudad falta una veintena de camas para internación pero, recalcó, no saldrán del sector privado ya que la actividad no es rentable. “Apenas podemos tapar agujeros”, dijo. “La situación de la salud privada está atada con un hilo. Hay problemas de costos y la posibilidad de cierre siempre existe porque no cubrimos los costos”, añadió.
El médico recordó que el Policlínico Ferroviario cerró en la década del 90. Más recientemente en Paraná cerraron dos clínicas. “Los insumos y los medicamentos ¿Cuánto han aumentado? Y eso todo a costa de los sanatorios. Todos los costos se van por las nubes”, remarcó.
El médico enfatizó que en las farmacias los precios de los medicamentos “no tienen ningún control de nada”. “Se ha ido todo al diablo”, manifestó. “Uno trata de subsistir al mínimo costo posible”, recalcó. En tal sentido, indicó que el Concordia trabaja “a cama caliente” pero si el recambio de paciente fue al 50 % del total de camas, el sanatorio “ya estaría fundido”.
Montangie sostuvo que las obras sociales –en especial las que tienen un número mayor de afiliados como el Iosper o el Pami- recompongan sus pagos. El médico dijo que el dólar estaba a $ 70 hace dos años y aumentó tres veces en ese tiempo, al igual que los insumos sanatoriales. Pero los ingresos de las instituciones médicas solo se incremento dos veces. “Pami no aumentó en todo un año. Ahora dicen que iba a haber una recomposición. Dicen pero nunca se cumple”, dijo.
“Los socios han tenido que poner plata para seguir manteniendo esto. Si cerramos ¿Dónde va a ir a parar la gente que tenemos internada?”, se preguntó.