La diputada Angerosa, presidente de la comisión, presa y perseguida en tiempos de la dictadura militar, fue la que abrió el juego haciendo las presentaciones del caso y exponiendo el tema que, dijo, fue motivo de preocupación entre sus pares y por eso se eligió esta metodología bien democrática y transparente.
Luego de la exposición de Gastaldi en la que relató por espacio de más de 30 minutos los detalles del episodio, esto es, explicó porque consideró oportuna la nota que originó todo este revuelo. Dijo que entendió que la sociedad debía enterarse que habían nombrado juez a una persona cuyo nombre aparecía desde hacía 10 años en páginas digitales defendiendo a dictadores y asesinos. Esa concepción debe integrar el pliego de responsabilidades de cualquier periodista que se precie pues respeta el principio constitucional del derecho de la sociedad a estar informada. Yo no inventé, dijo Gastaldi, el nombre de Quevedo en esas páginas, estaba allí desde hacía casi una década. Mi tarea fue ponerlo en conocimiento de nuestra audiencia y de la opinión pública en general.
Que el Superior Tribunal de Justicia acababa de nombrarlo juez interino pero que aún no había anunciado su nombramiento en la página web y que por esa razón, se podía inferir que estaba en condiciones de enmendar el error si así lo consideraba. Por lo tanto se da allí otro precepto que es de la 'información oportuna'.
Y que no se trataba de un solo escrito sino de varios, en el que aparecían todos los datos personales de Julían Quevedo avalando proclamas a favor de golpistas y asesinos. Por último y como corresponde a un periodismo crítico, hacíamos notar la incongruencia de, por un lado impulsar la consigna de verdad y justicia y por otro, nombrar, nada menos que en el poder judicial a personas cuanto menos sospechadas de tener una conducta reñida con la democracia. En la exposición Gastaldi destacó el artículo de la constitución de Entre Ríos en la que se prohíbe expresamente que personas vinculadas a ese pasado puedan acceder a cargos públicos.
Realizó un pormenorizado detalle de la cantidad de apoyos recibidos luego de la publicación. El Intendente Gustavo Bordet, los organismos de derechos humanos de la ciudad, el concejo deliberante, todos y cada uno a su manera mostrando preocupación y solicitando en algunos casos al STJ que separe del cargo a Quevedo.
Gastaldi contó también que antes de recibir ninguna carta documento de Quevedo publicó su descargo ante el STJ. Es más, dijo, titulamos con la desmentida de Quevedo.
Luego reseñó la cantidad de medios de distinto pelaje ideológico que repudiaron la censura que significó el fallo de la jueza Aranguren, señaló entre ellos al prestigioso diario liberal escrito en ingles y editado en la Argentina, el Buenos Aires Herald ; también a la Agencia Telam, a programas de Radio Nacional, al sitio más visitado del país, Infobae, Radio Cooperativa, a varias radios universidades de la argentina, entre ellas LT10 de Santa Fe, la radio Universidad de La Plata y también algunos medios de Entre Ríos.
PREGUNTAS Y DEBATE
Entre algunos de los juristas presentes reconocidos en su tarea profesional, estaban, la diputada Rosario Romero, la misma Bargagna y el diputado Martín Uranga (FpV), en rigor, el primero en distinguir, a favor del periodismo, la expresión verosimilitud que es mucho más amplia y generosa para la libertad de expresión que la palabra veracidad. Uno de los primeros en intervenir fue el diputado Juan José Albornoz (Agrupación Evita) quien interrogó a Gastaldi respecto de su supuesta rebeldía.
El periodista respondió que, la segunda presentación de este caso fue un segundo escrito que él llevó personalmente al juzgado, se lo entregó en manos a una secretaria, que la secretaria ingresó (supongo que al despacho de la jueza) demoró unos 10 minutos y volvió diciendo "dejelo nomás", sin siquiera hacer la más mínima mención a que a ese escrito le faltaba su firma y que se la pudo solicitar ahí mismo, pues se trataba de la misma persona.
Puedo conceder le dijo Gastaldi al diputado que la jueza me sancione por ignorante, olvidadizo o colgado, pero no concedo que atente contra la libertad de expresión en plena democracia y contraríe hasta lo más elemental de nuestra constitución.
Bargagna en tanto, creyó haber encontrado en el texto del fallo de Aranguren un párrafo de supuesta equidad cuando pone de relieve la confrontación de derechos personalísimos con el de la libertad de expresión. El ejemplo que encontró la jueza para mostrar tal cosa fue la pornográfica foto en la que Ricardo Balbín aparece moribundo.
Le preguntó entonces a Pagliotto que reflexionara sobre eso. Antes que Pagliotto respondiera la pregunta de la diputada, varios diputados saltaron y dijeron que ese ejemplo era impropio y no se compadecía con el tema en debate. Ante el barullo que se formó luego de la pregunta, Gastaldi pidió la palabra y refiriéndose a Bargagna espetó, antes de preguntarle a mi abogado, le sugiero que me pregunte a mi como periodista como me puede caer un improperio como ese de la jueza.
“Se lo respondo doctora, ese párrafo del fallo de la jueza me resultó altamente ofensivo pues yo como periodista considero que lo que hicieron con aquella foto de Balbín fue una verdadera porquería, más que un acto de periodismo fue un acto de pornografía que yo no solo nunca haría sino que repudio con todo mi ser. De modo que comparar nuestro trabajo con eso es, para mi una grave ofensa que quiero suponer parte de desconocer mi trabajo de años en esta profesión.
Luego Paglioto se explayó señalando incluso con mucha más minuciosidad el cuidado que se tuvo en cuanto a no ahondar en la vida personal de Quevedo así como lo que comienza a descubrirse a partir de esa nota y que tiene un alto valor para la opinión pública como es el caso del pasado nonc-santo del suegro de Quevedo, el General Ortíz beneficiado con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Pagliotto (ex adjunto de la FIA, Fiscalía de Investigaciones Administrativas) quien se manifestó sorprendido por ese fallo, incorporó al debate algunas perlitas como por ejemplo dijo que le parece que ese fallo contradice otros de esa jueza y que le llamó la atención que la magistrada no hubiese hecho ninguna referencia al escrito de Beheran en el que textualmente asegura que a Gastaldi le hubiese correspondido la pena de muerte en otra época.
Algunos de los presentes no conocían ese detalle y manifestaron estupor, no es para menos.
Mientras tenía lugar ese rico debate, Romero que sería una de las encargadas de redactar el proyecto de Resolución que se votará esta noche en la Cámara de diputados, tomaba nota de todo si se juzga la cantidad de hojas que ocupó.
La reunión finalizó luego de ese largo y rico debate con la presencia de los diputados mencionados, más los diputados Julián Rubio de la UCR ; Sergio Schmunk (PJ) ; Fabián Flores (uno de los últimos en abandonar el bloque bustista) ; Jorge Monge (UCR) ; Estela Almirón (PJ) ; Edgardo Jakimchuk (FpV) y el presidente del bloque radical Agustín Federick, ubicado (en la foto) al lado de Gastaldi.