Ha nacido un niño, atendámoslo

Si bien nuestros niños con hambre ya han convencido a TODOS de su pertenencia al género humano, aunque sea como marginal, debemos recordar con dolor y vergüenza que ocho niños menores de cinco años mueren por día en el país por desnutrición.
Esto no se debe a una catástrofe ni es un castigo divino, sino es el resultado de desigualdades grotescas, que excluye, somete, mata y oscurece el futuro de la sociedad misma.
Que bueno sería que en esta noche de Belén, empecemos a dejar de considerar a nuestros miles de gurises castigados por la ignorancia, la infelicidad y la desidia, como extraños, ajenos, y verlos como el futuro.
El encuentro con ese niño que resiste diariamente la miseria, donde ha sido confinado, es una invitación formidable para reflexionar sobre como se vulnera sus derechos afirmados en la Constitución Nacional.
Comprometernos como sociedad, a asegurar a la niñez, la estabilidad de poder vivir sus propios derechos constitucionales, es exigirles a quienes tienen responsabilidad política y social, un urgente abordaje integral al problema que le da origen.
Papá Noel, hoy se esmera por seleccionar los juguetes más adecuados para nuestros hijos. Junto con él, hagamos el compromiso de encontrar el juguete más lindo para nuestros gurises infringidos, que es aquel que fomenta las habilidades, la buena imaginación, el aprendizaje y el desarrollo sano.
Tengamos presente una frase de William Wordsworth, el poeta inglés, que dijo, “el niño es el padre del hombre”. Lo valioso que encierra esta frase, es ayudarnos a dar cuenta de la importancia tan grande del niño. Lo que le pase, lo que podamos darle o el cuidado que le otorguemos a un niño es fundamental para su desarrollo futuro. El hombre que será, depende del niño que es. Ha nacido un niño, atendámoslo. FELIZ NAVIDAD

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