“Esta decisión no es más que otro gesto inamistoso de parte del país vecino y es lamentable que un gobierno pierda la racionalidad por la presión de una multinacional, dejando que los intereses de una empresa estén por encima de los intereses de dos repúblicas hermanas”, señaló Guastavino.
“Esta decisión tomada por el Presidente Mujica es un forma de volver a patear el tablero y de cortar el diálogo. La Argentina apostó siempre a buscar una solución en base a la amistad y la diplomacia, aún cuando el Uruguay tomó desde el principio en forma unilateral casi todas las decisiones que conciernen a esta multinacional, desconociendo los acuerdos bilaterales, los tratados internacionales e ignorando el mandato de La Haya. Hubo momentos en los que el presidente uruguayo demostró predisposición a un acuerdo, pero al poco tiempo se comenzaron a ver dificultades y terminamos con esta súbita decisión de aumentar la producción de UPM nuevamente y en forma definitiva”, agregó el Senador.
En los fundamentos del proyecto, Guastavino detalla la gravedad de autorizar un nuevo un aumento en la producción de la pastera, debido a las consecuencias contaminantes ya demostradas, y destaca la decisión de la Argentina de recurrir de nuevo ante La Haya, “ya que se afecta la soberanía ambiental de la Argentina”.