A las 9 de la mañana, los productores se enteran que estaban por secuestrar una cosechadora de un campo ubicado en calles 2 y 9 de Colonia El Potrero. Llegaron de un banco internacional, el Citibank, gente de Buenos Aires, con oficial de justicia y abogados. El productor, llamado Juan Ferrari, se contactó por teléfono y a los minutos aparecieron media centena de productores y también camioneros para prestar su solidaridad.
La tensa situación se extendió alrededor de dos horas. La discusión se extendió debido a que desde el banco querían llevarse la máquina y los productores se oponían, por lo menos hasta saber en qué condiciones se la querían llevar.
De Angelis aclaró que si el productor se quedaba sin su unidad de trabajo “no sabía cómo quedaba ante la entidad crediticia, podía quedar con la deuda y con la posibilidad de que le vendan la máquina en poco dinero. Esto ya ha pasado malvendiendo entre comilla para los papeles los elementos de trabajo; ellos sin duda que la venden muy bien, no digo que éstos pero ha sucedido”.
Remarcó que los momentos vividos fueron “muy tensos, hasta agresiones verbales que, seguía, podía llegarse hasta las manos. Lo que les enseñó a tirar a ellos nos enseñan a no aflojar”.
Con respecto a la deuda, dijo que el productor “fue tres veces al banco a arreglar y nunca encontró a alguien para hacerlo, en una de esas fui yo a acompañarlo, era como si fuera a propósito. El pide 45 días para acordar condiciones”.
“Cabe consignar que la cosechadora del productor quedó en calidad de depositario, con dos testigos de avales sosteniendo que va a permanecer en el campo. El productor no tiene mala intención, desea pagar y levantar el embargo sobre la máquina. Sino devolverla pero sabiendo en qué condiciones”, indicó.
Consideró que “lo ocurrido hoy (por ayer) es un botón de muestra. Felizmente no pasó nada por lo que agradezco a todos los compañeros el haberse hecho presente en el campo de Ferrari”.