El frigorífico Matievich SA faena bovinos. Posee contratos con la cadena Carrefour-Norte, lo que le garantiza una faena de 5 mil cabezas de ganado para sus locales de todo el país.
Carrefour-Norte compra o aporta la hacienda, y Matievich se encarga de la faena, desposte y empaquetado. La distribución corre por cuenta de la multinacional, en los distintos supermercados de Rosario y Entre Ríos y en las más de 40 sucursales ubicadas en el interior del país.
Matievich dio a conocer públicamente su perspectiva sobre varios puntos a resolver para dar solución al problema que atraviesa el sector de la carne. Entre sus propuestas figuran: promover la rotación como manera de proteger la tierra; controlar el comercio de media res, que origina puchero caro en los barrios pudientes y lomo barato donde la gente no lo puede comprar; suspender la prohibición de matar animales de menos de 300 kilos.
Otras medidas propuestas son: instrumentar un plan de mediano plazo para promover la cría de ganado y llegar a un objetivo de 70 millones de cabezas y legislar para equiparar la calidad del consumo interno con el externo, dado que entiende es la única manera de transformar a la Argentina en un proveedor de productos con alto valor agregado.
En cuanto a la situación del sector, Matievich sostuvo que “la salida sólo se puede pensar si sacrificamos algo todos: los frigoríficos, los ganaderos y también los consumidores”.
La ex planta cárnica, construida en 1929, fue adquirida por el Gobierno entrerriano en junio de 2005, en una subasta pública, dispuesta por el Juzgado Número 20 en lo Comercial de Capital Federal. El Estado provincial pagó 1,6 millones de pesos por las instalaciones.
“La Argentina no crece en vientres reproductores porque el espacio para que crezca lo ocupa la agricultura, sobre todo la soja, que aún con retenciones es más rentable”, opinó, al tiempo que indicó: “Para que se roten los cultivos, el Gobierno debe considerar a la tierra como un bien público aunque tenga dueños privados. La falta de rotación agota la tierra. Hasta el Grupo Aapresid, que promueve la siembra directa, cree que hay que proponer arrendamientos de no menos de cinco años, para que el arrendatario no agote el manto de humus en pos del beneficio inmediato”.
Además fue uno de los principales proveedores de cuero de la curtiembre que perteneció a la familia liderada por Emir Yoma, según informó el diario El Argentino. La caída de esa curtiembre provocó serias complicaciones a los frigoríficos abastecedores de cuero porque resintió sus ventas y provocó una sensible merma en el precio del producto.