El anuncio del paquete fiscal municipal generó la primera reacción entre la oposición. “No es momento de aumentar las tasas”, opinó Carlos Aloy (PJ) al criticar la intención de la administración Irigoyen de reajustar el cuadro tarifario doméstico.
“En lugar de hablar de aumento, lo primero que el gobierno debe plantearse es mejorar la administración del dinero público”, propuso Aloy. Al respecto, dijo que el Estado primero debe evaluar la situación actual de los planes de pagos. “Tenemos que saber qué grado de concurrencia tienen y qué grado de cobro”, precisó.
El paquete del oficialismo no sólo incluiría una suba de algunos servicios (como agua y limpieza) sino que vendría acompañado de un plan para reducir el índice de incobrabilidad fiscal, según hizo trascender una alta fuente de la administración.
El argumento central para tocar las tasas estriba en el hecho de que lo que se cobra por limpieza y agua, por ejemplo, está por debajo del incremento en los costos de esos servicios tras la devaluación. “Pero no es el momento; hay sectores postergados cuyos bolsillos no resistirían una suba”, replicó Aloy, en diálogo con este cronista.
A su vez, Aloy sostuvo que nada se sabe del nivel de cumplimiento de los grandes contribuyentes. “El año pasado hice un pedido de informe, que se aprobó en el Concejo Deliberante, donde solicité esa información. Pero esto nunca fue contestado”, se quejó, El edil sospecha que es alta la morosidad en la franja de alto poder adquisitivo.
Paralelamente, Aloy mostró su preocupación sobre la deuda que está a punto de prescribir. “No entiendo por qué no se hace nada sobre este pasivo, el que una vez prescripto ya no se puede reclamar”, objetó.
Además, opinó, una suba en las tasas no se justifica “cuando la coparticipación nacional y provincial han crecido y llegan puntualmente”, dijo.
Para hacer rendir los dineros que existen, añadió Aloy, la comuna puede trabajar en otro frente: la contención del gasto público. “Hay que revisar la política de contratación y locación de obra”, sugirió.
“De acuerdo al presupuesto del 2005, el personal total de la comuna -entre contratados, planta permanente y funcionarios políticos-, sumaba poco más de 800 personas. ¿Cuántos hay ahora? Creo que hay más”, dijo al pedir una política racional en el gasto de personal.
