La visita se suma a la lista de gestos de funcionarios de ambos países, que en las últimas semanas dieron señales de retornar a un diálogo fecundo. Durante el momento más crítico de las relaciones entre los dos países, llega un funcionario de tan alto rango a Gualeguaychú.
El Embajador Bustillo Bonasso prefirió manejar su visita con el perfil más bajo posible a los efectos de evitar interpretaciones equivocadas de la misma. Este diplomático ha sido en los últimos tiempos uno de los pocos canales de diálogo y comunicación que se mantuvieron entre el Uruguay y la Argentina.
Como parte de ese bajo perfil es que como decimos se limitó a mantener las reuniones en la sede del Consulado con los funcionarios que antes mencionamos. Sin embargo, durante la jornada saludó telefónicamente al intendente Daniel Irigoyen. Cuando caía la tarde, luego de haber recorrido la zona de Costanera y otros barrios de Gualeguaychú, emprendió el regreso a la Capital Federal.
Bustillo no pudo encontrarse con el Cónsul uruguayo designado en Gualeguaychú, Arisbel Arnoldo Arocha, quien se encuentra temporalmente en Montevideo.
