En Gualeguaychú hay 5.200 conexiones de gas natural. Eso indica que alrededor de 20.000 vecinos usan ese combustible, según fuentes del sector consultadas por este diario.
La cifra no se ajusta al potencial de una ciudad que supera los 80.000 habitantes. En efecto, sólo un 25% de la población nativa, aproximadamente, se beneficia hoy con el gas natural.
El guarismo marca, a primera vista, un escaso desarrollo del servicio en la Capital del Carnaval. Tampoco el tendido de la red pública, en principio, ha sido el deseado. Desde hace un tiempo largo descansa básicamente en el aporte de los vecinos reunidos en consorcios.
El año pasado, de hecho, se hicieron 17 mil metros de red nueva bajo esa modalidad. Pero el problema no está en la extensión de la red, sino en la falta de conexiones domiciliarias.
Ocurre que es mucha la gente que, pese a que la red de gas pasa frente a su domicilio, todavía no se ha conectado al servicio. Se calcula que hay un 40% de usuarios servidos en esa situación.
En principio, está claro que la falta de capacidad de ahorro está detrás del fenómeno. Los ingresos de tantos vecinos no son los suficientes como para destinar una parte a sufragar el costo de la instalación interna de la casa.
A ello hay que sumarle la falta de una financiación accesible. Ante una consulta telefónica de EL DIA, el secretario de Energía de la Provincia, Carlos Molina, admitió el problema.
“En realidad eso tendría que hacerlo la distribuidora”, dijo al responsabilizar a Gas Nea, la empresa que presta el servicio, de la política comercial. “Si la gente no se conecta es porque, entre otras cosas, no hay un plan de financiamiento”, subrayó.
No obstante, el funcionario adelantó que el Estado provincial planea hacer “un aporte” en este sentido. “Estamos tratando de cerrar un fideicomiso con el banco Bersa por 4 millones de pesos”.
“Es plata barata conseguida en la Corporación Financiera Internacional (CFI). Tenemos bastante avanzado un proyecto de financiamiento para que la gente se pueda conectar”, destacó.
El plan incluiría costo de conexión, medidor, nicho, 25 metros de cañería dentro de la casa y tres bocas para artefactos (cocina, calefón y calefactor), afirmó. La idea es que al vecino se le otorgue un crédito para que pueda hacer esos trabajos.
Para determinar la cuota de repago del préstamo, los técnicos provinciales han elaborado una fórmula que contempla el costo de combustible que afronta en invierno una familia (gas envasado, kerosene, leña y demás) y el precio del gas natural para cubrir idéntico consumo energético. Así, la diferencia que surgiría de esos dos valores sería la cuota a pagar para devolver el crédito.