Gualeguaychú: llegó el asambleísta a Finlandia y reforzó los argumentos en contra de las pasteras

Bargas remitió un correo a El Día manifestando su sensación luego de la intensa jornada de ayer. “Estoy sorprendido e impresionado por la cantidad de medios que hubo, alrededor”. Acotó: “les contamos que viajamos para apelar a los sentimientos del pueblo finlandés para que no siempre se rija el hombre por los principios economicistas, y que los invitábamos a sumarse a nuestras filas para defender juntos el medio ambiente, que en definitiva era nuestro hogar”.
Taillant y Bargas hablaron con un video de fondo con imágenes de la lucha del pueblo de Gualeguaychú en contra de la plantas de Celulosa de Botnia y de ENCE. Citaron detalladamente las faltas procesales y de mala fe que ha cometido la empresa finlandesa en el armado de su proyecto. Consideran que no obtendrán consenso de la comunidad local para instalarse y no tienen más remedio que buscar otro sitio para llevar su fábrica, como lo está estudiando ENCE en estos momentos.
Recurriendo al historial entre ambas naciones, Taillant aprovechó los medios para transmitir a la sociedad finlandesa, que los lazos que se forjaron entre los países nacieron hace exactamente cien años, y tuvieron que ver, irónicamente, con la exportación de papel y de celulosa de Finlandia a la Argentina.
Pero que la buena imagen que tienen los finlandeses en el mundo como responsables del ambiente, está siendo carcomida por Botnia, quien “por su proceder irresponsable, ya constatado por la Ombudsman del Banco Mundial, y por la misma CFI, y su actitud arrogante no queriendo frenar la construcción de su planta ante el pedido del Estado Uruguayo para poder realizar los estudios complementario, está borrando de un plumazo la imagen internacional de la bandera finlandesa”.
Representantes de la empresa Botnia aguardaban silenciosamente en la sala e intervinieron defendiendo a la empresa, sugiriendo que ellos sí habían consultado a la gente de Gualeguaychú en el 2003, y que los gualeguaychusenses deberían confiar en ellos pues no tendrían impactos ambientales. También reiteraron su invitación a visitar una de sus fábricas en Finlandia.
La Asamblea y CEDHA rechazaron este argumento de pleno, constatando que la actitud de la empresa hasta la fecha no ha demostrado estar interesada por el bienestar de los afectados y además, recalcaron que visitar una planta en Finlandia, en un contexto totalmente distinto, con operarios finlandeses y controles finlandeses, sería inconsecuente. En cambio, solicitaron a Botnia que los acompañe a Valdivia (Chile), a Brasil, o incluso, a Misiones (Argentina), y explicarles donde están las fallas de las plantas que operan en esas localidades que también operan con tecnología igual a la de Botnia pero que contaminan.
El Estado Finlandés estará sentado en la mesa, dispuesto a escuchar e intervenir para buscarle una solución, si la hubiera, a este desafortunado episodio de inversión que ha desencadenado «uno de los movimientos ambientales más grandes de la historia del planeta».

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