Obviamente, la retirada de Argentina del mercado mundial de carnes dificulta enormemente el proyecto de reactivación del ex frigorífico Gualeguaychú, hoy propiedad de la Provincia. Tal es así que los esfuerzos locales tendientes a interesar a potenciales inversores quedaron desacomodados. Guillermo Martínez, un funcionario provincial dedicado a la iniciativa, admitió que: “el escenario no es el mejor, es cierto”, dijo.
No obstante, apuntó: “creemos que puede cambiar. Por tanto, de ninguna manera archivamos la idea”. Resaltó la presencia de factores externos; circunstancias foráneas que escapan al control del gobierno provincial.
La suspensión de la exportación de carne, dispuesta días atrás por el gobierno de Kirchner para frenar la escalada en el precio interno del producto, fue duramente criticada por los productores e industriales del sector. En este contexto, le pregunta es: ¿quién va a querer invertir en una planta que está desactivada como la de Gualeguaychú, más allá de las ventajas que aún ofrezca para la faena?.