Los integrantes de la Comisión estuvieron en Paraná, e insistieron que el Estado provincial —actual propietario de la planta— no puede clausurar las posibilidades comerciales que existen respecto a la puesta en marcha de la industria.
“Lo positivo del encuentro es que la provincia modificó su postura respecto al inmueble y ahora aceptan que la planta puede ser reactivada como industria”, comentó a EL DIARIO, Enrique Castiglioni, integrante de la comisión y presidente de la Corporación para el Desarrollo.
De acuerdo a los informes de Senasa, aunque con varios millones de dólares de inversión, la planta puede ser recuperada como industria cárnica.
Como primera etapa, el Gobierno se comprometió con la Comisión Pro Reactivación a convocar a empresarios argentinos para “ofertar” la planta, para que luego de una visita guiada por el inmueble, presenten sus proyectos productivos. En ese lapso, que demandará unos 60 días, se evaluarán cada una de las propuestas.
En el caso de que no haya interesados locales, la convocatoria se ampliará a las empresas extranjeras. “Vamos a participar tanto la comisión como el Gobierno y el Sindicato de la Carne, en todas las gestiones que se encaren con el objetivo de la reapertura del frigorífico”, destacó Castiglioni.
Por ahora, el único proyecto productivo que se conoció públicamente es el del productor agropecuario Alberto Primo, de la firma Integrated Beef Chain SA, que denominó “inversión de la integración de la cadena de la carne” y que propone la reactivación bajo una ingeniería financiera, de la que tendrían participación los tenedores de bonos de la deuda externa que no quedaron comprendidos en el reciente canje efectuado por el Gobierno nacional.
También se conoció, aunque no se hicieron públicos los nombres, que dos firmas estarían interesadas. A la noticia la brindó el Sindicato de la Carne en la reunión con Guastavino.
“Se está buscando que los interesados reúnan las condiciones para que puedan cumplir con los dos ciclos productivos: mercado interno y externo y sobre todo, que cumplan con las normas de sanidad de la Comunidad Europea como la de Estados Unidos”, indicó el dirigente gualeguaychuense.
Una vez analizadas las propuestas y las que mayor garantías brinde, el Gobierno vendería el predio. “Se está hablando que en una primera etapa se faenen 600 animales y trabajen 350 personas. Y del total producido el 90 % será para la exportación”, acotó Castiglioni.
Claro que para la reactivación, según las proyecciones que se hicieron, se necesitará inicialmente una inversión de entre 4 a 5 millones de dólares, que luego deberá ser ampliada a 16 millones de dólares.
“Hace 14 años que conformamos esta Comisión Pro Reactivación y queremos volver a escuchar a las cinco menos cinco de la mañana el sonido del pito, que anunciaba la actividad del frigorífico”, comentó.
Como se hizo con el frigorífico Santa Elena, otra de las pautas del Gobierno sería poner una cláusula de retroventa. Es decir que en el caso de que no prospere en un tiempo establecido la reactivación, quien la haya adquirido tendrá la obligación de devolver la propiedad del inmueble al Estado.
Respecto a la inversión necesaria se coincidió en que debe hacerse por etapas para llegar a un proyecto integrador, es decir que abastezca al mercado interno y a la exportación.
Además, quedó establecido que la provincia no comprometerá ningún activo en el futuro proyecto. Ni subsidios, ni avales, ni garantía, el riesgo será del grupo inversor, que demuestre que está en condiciones reales de hacerse cargo de un predio tan caro al sentimiento de toda la comunidad.
De la reunión con Guastavino, participaron por la Comisión Pro Reactivación Raúl Arellano, Enrique Castiglioni, Alberto Rébora, Pedro García, Juan Carlos Urriste, Antonio Veronessi y Carlos Caballier. También participaron Guillermo Martínez, Coordinador Ejecutivo Proyecto Frigorífico Gualeguaychú; y Marcelo Barrera, director de Producción Animal de la Secretaría de la Producción.