La carta de Welschen del martes 19 no había conformado a nadie. Sólo en el primer párrafo mencionaba que el folleto sobre forestación distribuido por personal de su Secretaría el domingo 17 en Gualeguaychú no estaba en vigencia, que desconocía cómo pudo aparecer acá y que databa de principios de esta gestión gubernamental. Nada más. A partir de allí, en varios párrafos, la misiva detallaba la política de forestación del gobierno de Jorge Busti. No aparecía la palabra “error” o “disculpas” o – lo que pretendía la Asamblea – “vamos a aclarar por los medios…”
Porque el folleto invitaba a forestar Entre Ríos con eucaliptos y pinos especialmente para, entre otros destinos, vender rollizos a las celulosas. Allí estuvo principalmente la piedra del escándalo.
A ello se sumaron las “explicaciones” recibidas por el asambleísta Daniel Pérez Molemberg cuando se acercó a la carpa de la Secretaría de la Producción a reclamar: le dijeron que se había discutido si era oportuno distribuirlo, pero se había optado finalmente por el sí.
El martes, tras leer la carta del Secretario, la Asamblea decidió invitarlo a venir a dialogar en persona el viernes 22. Daniel Welschen se presentó acompañado de dos funcionarios, y precedido por la noticia de la renuncia del Director de Promoción Industrial y Pymes, Carlos Molleví, quien presentó su dimisión haciéndose cargo del incidente del folleto.
Pero el encuentro terminó ríspidamente. Según Martín Alazard, “esperábamos un pedido de disculpas, una explicación coherente de cómo pudo suceder eso más allá del azar… y nos encontramos con una puesta al día de la política forestal de la provincia. La Asamblea quiso comprometerlo en la defensa de una ley forestal – cuyo proyecto ya está en la Legislatura – que prohíba la venta de madera a las celulosas, y dijo que no podía. Queríamos que se comprometiera a trabajar por una ley que impida la exportación de rollizos destinados a pasteras y papeleras, así como a su venta a papeleras en el mercado interno. Dijo que no”.
Según Alazard, Welschen sólo hizo “autopropaganda” de la política gubernamental del sector y no dio demasiada importancia a la distribución del polémico folleto. “No aclaró lo que sucedió, no dijo que fue una equivocación, sólo que él desconocía que se iba a repartir y cómo pudo llegar hasta aquí”, agregó el médico asambleísta.
Los vecinos esperaban que el funcionario planteara una estrategia para corregir el error, tanto en medios nacionales como uruguayos. “Este episodio del folleto nos hizo desandar kilómetros, cuando nosotros vamos ganando esta lucha centímetro a centímetro con mucho esfuerzo”, lamentó Alazard. “Según Welschen, la cosa no fue para tanto y no debíamos sobredimensionar los hechos. Debería ver en cambio lo que dijeron los medios uruguayos al respecto, que lo tomaron como caballito de batalla”, apuntó.
Varios asambleístas tomaron la palabra el viernes por la noche. Pidieron explicaciones y compromisos al funcionario, y éste dijo que no. Terminaron echándolo del recinto.
