El sistema consiste en la confección de varios tipos de bonos, acordes a la cantidad y edad de los miembros del grupo familiar. Además se tiene en cuenta si reciben otros alimentos como dietas especiales por enfermedades. A cada familia se le extiende un bono en el que constan: nombre y apellido, documento nacional de identidad del titular y la cantidad de tickets correspondientes al monto total otorgado.
Estos vales sólo pueden ser canjeados por comestibles y gas. No sirven para adquirir gaseosas, bebidas alcohólicas, pañales y los artículos de limpieza, entre otros productos.
Los beneficiarios compran en alguno de los 75 comercios minoristas locales adheridos al programa como almacenes, despensas, carnicerías y verdulerías, entre otros. “Lo gastado por la Municipalidad anteriormente para los comedores era absorbido por tres o cuatro grandes comercios, y hoy el dinero se reparte en más de 70 bocas de expendio”, explicó, la titular de Desarrollo Social municipal, Leticia Angerosa.
Este cambio beneficia al comercio minorista barrial, ya que la Municipalidad termina volcando mensualmente una suma de aproximadamente 70.000 pesos, producto de los vales correspondientes a las casi 900 familias beneficiarias.
“Si bien las cuestiones relacionadas a la mejora de la nutrición y los cambios culturales de los beneficiarios son los ejes de este programa, existe un hecho poca veces remarcado y que tiene que ver con el sensible aumento de ingresos para el sector comercial minorista de Gualeguaychú”, indicó
Asimismo Angerosa señaló que la administración y emisión del bono se realiza con recursos municipales. “Hemos evitado el manejo del mismo a través de terceros para privilegiar el comercio minorista y para facilitar el canje de los vales”.
La iniciativa municipal se basó en un cambio cultural y la eliminación de comedores de emergencia. Para fortalecer el carácter alimentario, el programa es acompañado de una estrategia de educación alimentaria y orientación para la compra de alimentos; el conocimiento nutricional en formas prácticas y participativas de comer lo mejor posible al mínimo costo.
El programa contempla también la orientación a las familias en el significado de una alimentación variada y con calidad con menúes económicos, temas sanitarios y educativos.