Una multitud se concentró en la cabecera del puente Méndez Casariego a las 10 de la noche. Muchos tomaron al pie de la letra la propuesta y se presentaron vistiendo shorts y sudaderas. Casi todos fueron en familia y mate en mano. Pasadas las 22 se inició la caminata a paso lento. El conjunto humano ocupaba media calzada en el sentido del tránsito que va desde el puente hacia la Plaza Colón. Banderas argentinas y uruguayas y pancartas ocupaban el espacio aéreo de la caminata.
Agentes de Tránsito se encargaron de ordenar el paso de los vehículos, que por el paseo mismo se volvió lento, en tanto en las paralelas y transversales a la costanera hubo algunos embotellamientos.
La costanera, como ocurre habitualmente en las noches de verano estaba colmada de gualeguaychuenses y turistas que aprovechaban a tomar algo fresco o cenar, respirando el aire que viene del río Gualeguaychú.
Según publicó El Día, los asambleístas entregaron un pequeño volante donde se advertía del peligro de las pasteras y pedía el acompañamiento de los turistas. Estos, en su gran mayoría, aceptaban gustosos el papel e inclusive expresaban su aliento. También se regalaron unos cinco mil calcos con el “NO a Botnia”.
La voz de Juan Veronesi se escuchaba amplificada por los parlantes que instalados en camionetas, acompañaban el paso. Un gran cartel con el “Gualeguaychú no va a aflojar; fuera Botnia” abría la caminata, junto a un grupo de jóvenes que marcaban el ritmo de la batucada y eso fascinó a los turistas.