“Se hizo más fuerte en la pandemia porque muchas de las cuestiones que tenían que ver con el grupo etario de los niños y adolescentes, tal vez por cuestiones se sociabilización y de vincularse con la escuela, era a través de estas tecnologías y estas plataformas digitales. Pero a la vez, iba sumado todo ese acceso en tiempo y en calidad desmejorada de contenidos. Hay que empezar a visibilizar eso y a defender ese problema de salud, es un problema cultural que se está instalando”, indicó Guitar.
“Hay que evaluar que políticas hay. Este es un enfoque bastante innovador. Como que ahora se empieza a hablar, pero hay que hacer un búsqueda de programas que ya estén vigentes tendientes a la visibilización de esta problemática en otros ámbitos o en otras provincias”, dijo Guitar.
El programa, según el proyecto de ordenanza, debe “implementar campañas de prevención y concientización a nivel local, impulsar, promocionar, desarrollar y evaluar políticas, acciones y programas tendientes a la visibilización del mismo, organizar charlas educativas y brindar asesoramiento a las personas afectadas, familiares y amigos/as sobre las consecuencias, implementar talleres sobre uso responsable y saludable de las nuevas tecnologías, crear un grupo interdisciplinario municipal para la investigación y aplicación de los estudios más recientes de dicha problemática y fomentar la participación de distintas entidades educativas con el fin de aportar contenidos para el desarrollo del mismo”.
¿Qué es el sexting? Su nombre es un acrónimo de ‘sex’ o sexo y ‘texting’ o escribir mensajes. Consiste en enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través del móvil mediante aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales, correos electrónicos u otro tipo de herramienta de comunicación. Aunque no sea una práctica de exclusividad juvenil, la infancia y la adolescencia, son los grupos más vulnerables. Otorgando especial atención a los preadolescentes de 10 a 12 años, según el diario El Mundo de España.
Y el ‘cyberbulling’ o ciberacoso es el uso de medios digitales (smartphones, Internet o videojuegos online, por ejemplo) con la intención de acosar psicológicamente a terceros. Se da entre iguales: jóvenes, niños, adolescentes; el agresor y la víctima del acoso tendrán la misma edad y compartirán un contexto social. No se trata de acoso o abuso sexual, ni intervienen en el ciberacoso personas adultas, pues, en este caso, se estaría hablando de otro tipo de delito.
El proyecto de ordenanza establece en los considerandos que “en la actualidad ante la novedad de estas tecnologías y lo rápido que se han introducido en nuestras vidas cotidianas, son muchas las incertidumbres en relación a los riesgos y las oportunidades que proporcionan al usuario, algo que dependerá claramente del uso que se haga de las mismas”.
Tiene el fin de “potenciar mediante la información y concientización principalmente a los jóvenes sobre el uso inadecuado de los teléfonos móviles, internet, videojuegos y apuestas online, tratando a su vez, de fomentar usos constructivos de los mismos”.
“El uso en sí reporta muchísimos beneficios pero pueden ser potencialmente perjudiciales si se hace un uso inadecuado del mismo sobre todo en el colectivo de los adolescentes”, se señala.
“Como instrumento para evitar una problemática creciente y que repercuten de forma negativa, intentando reducir los principales riesgos, como son el grooming, sexting y cyberbulling”, se remarca.
Además apunta a “lograr espacios donde concientizar y visibilizar en cuanto a las ventajas y desventajas que trae aparejado el uso de la tecnología, redes sociales, etc.