Aunque la diputada fue blanco de las más duras críticas, Grimalt asegura que “las críticas no fueron contra mí sino en repudio a la despenalización del aborto”. Así, hizo alusión a los cuestionamientos que el nacional catolicismo realizó ayer en la marcha que los congregó en Paraná para rechazar la interrupción embarazo de la joven discapacitada violada que habilitó la Justicia. En ese marco, comentó que “los sectores antiabortistas no abren ningún punto de encuentro para dialogar, enarbolan frases que asustan a la sociedad, y no dejan brindar opiniones disidentes”.
En diálogo con el programa A Quien Corresponda la legisladora contó que desde hace años existen cientos de organizaciones que defienden “una postura contraria a la de la Iglesia sobre la defensa de los derechos humanos y de las mujeres”.
Grimalt prefirió no hacer eje en los duros cuestionamientos hacia su persona y otros funcionarios que estos grupos efectuaron ayer.
Además, apuntó que desde hace tiempo los defensores de los derechos humanos puntualizan cuáles son las situaciones donde los estados no deberían ausentarse para diagramar políticas acordes. Así, citó como ejemplo el caso de los derechos sexuales y reproductivos femeninos que calificó como “esenciales” para las mujeres. “Es necesario valorarlas como sujetos de derechos, pero también como individuos políticos”, acotó.
Un párrafo especial dedicó a explicar que los sectores de la Iglesia “se equivocan” al plantear que la decisión de embarazarse es un hecho social: “Cada uno toma la opción de continuar con la gestación del bebé y ese es un tema personalísimo”, especificó. A ello agregó que en el caso de la joven discapacitada –que movilizó a todo el país- existió abuso sexual, “un problema que permanece oculto en la sociedad”.
Por otra parte se refirió al desempeño de las autoridades provinciales en el tema y admitió que “algunos actuaron rápidamente y otros no” y criticó la inexistencia de un registro de médicos sin objeción de conciencia para realizar esta práctica en la provincia.
Tampoco ahorró energías en brindar su postura renuente a la actitud de las facciones denominadas “antiabortistas” que día a día difunden su consigna de “Sí a la Vida” por todos los medios imaginables y que este miércoles también reprocharon a la posición que adoptó el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) por apoyar la interrupción del embarazo de la joven.
“Ellos no abren ningún punto de encuentro para dialogar, enarbolan frases que asustan a la sociedad, y no dejan brindar opiniones disidentes”, cuestionó. Acto seguido, expresó que “atacan a todo al mundo, incluso al ministro (Gustavo) Bordet, pero deberían comprender que la muchacha fue la única víctima”.