Grimalt acusó de “chantaje” la propuesta del gobierno de plebiscitar la necesidad de la reforma

Fueron elecciones plebiscitarias las que le dieron el poder absoluto a Benito Mussolini en 1922 y a Adolfo Hitler en 1933. También el Gobernador de Buenos Aires realizó una consulta popular en 1835, y la suma del poder público le fue confirmada por 9.322 votos a favor y sólo 4 en contra.
Si permitimos mayor concentración y personalización del poder, cualquier nuevo instituto que introduzcamos en la Constitución será solo una manifestación de deseos, sin ninguna posibilidad cierta de que funcionen como tales.
Allí están los ejemplos de las provincias argentinas que adoptaron ese sistema. En Santiago del Estero hasta el Defensor del Pueblo participó del festín de los Juárez. Es harto evidente que los nuevos institutos no logran ni transparentar ni aumentar derechos si previamente no está garantizada la representación institucional de los sectores sociales y políticos de la oposición, que es lo que pone en riesgo la reforma política que propone por el Gobernador.
Los políticos de la oposición tienen el deber de preservar el equilibrio institucional y político frente a cualquier ambición desmedida de poder.

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