Según detalló Simonetti, los empleados presentaron los certificados médicos que avalan los problemas de salud que manifiestan, mayormente cuestiones de salud mental, pero Carrefour los desconoce y amenaza con echarlos.
«De hecho, ya hay una trabajadora con más de 26 años en el puesto que fue despedida hace unos días y sabemos que van a hacer lo mismo con las otras tres personas porque hasta el momento se manejaron igual que con ella», advirtió.
A su vez, señaló el dirigente gremial, la empresa no accede a llevar acabo una junta médica para que confirme o no las patologías de los empleados y apenas comienzan a ausentarse, deja de pagarles el sueldo.
«Hacen conferencias virtuales con médicos que les hacen determinadas preguntas, cuando en realidad debería llamar a una junta médica, evaluarlos y determinar allí si ese empleado está en situación de presentarse o no a trabajar»
Por ese motivo, el gremio y los defensores legales de cada damnificado mantuvieron reuniones con el Ministerio de Trabajo, con el objetivo de retrotraer la situación de la empleada despedida y cesen con las amenazas a los otro trabajadores. «Pero la empresa hace caso omiso de todas las peticiones y nosotros estamos dispuestos a tomar medidas de fuerza si no se hacen las cosas como corresponde», concluyó el dirigente gremial.