Golpearon salvajemente a uno de los testigos clave en la investigación de «La Polaca»

“Yo no pienso nada, pero lo que pasó es muy extraño. La idea de los que me atacaron fue pegarme. Nada más que pegarme. No me quisieron robar. Me pegaron después de declarar y se fueron”, relató a Página 12 Carlos Lossada que es periodista en Paso de los Libres y vive en una vivienda que está al lado del predio –hoy semiabandonado– que ocupó el Regimiento 5 de Infantería. En ese lugar, en noviembre de 1976, Lossada estuvo dos días detenido junto con su ex esposa Noemí Cotto y su hermana Lilian Ruth Lossada, que pasó varios años presa durante la dictadura militar.
En este marco, Jorge Olivera, abogado querellante que lleva la causa del campo de detención clandestino La Polaca, informó que si bien aún no se pudieron determinar con certeza los responsables, se encuentran tras las pistas de quienes efectuaron una brutal golpiza al periodista que trabaja en el portal de Internet Infolibres, uno de los pocos medios locales que hablan sobre las actuaciones de «La Polaca».
En diálogo con el programa A quien corresponda (Radio Del Plata Paraná), Olivera manifestó con respecto a la causa que existen “pruebas contundentes” de las torturas y violaciones a los derechos humanos ocurridos en dicha chacra que contaba con un casco de cuarenta hectáreas dependiente del Destacamento de Inteligencia 123 del Ejército.
Cabe acotar que en aquel campo de detención también estuvo recluido el cura tercermundista de Nogoyá, Jorge Oscar Adur, quien fue detenido cuando viajaba a Porto Alegre bajo el nombre de Pedro Ramón Altamirano. Allí debía encontrarse con otro sacerdote para denunciar las violaciones a los derechos humanos que estaba cometiendo la dictadura instaurada en 1976.
Adur fue llevado a la Estancia, pero “como los detenidos superaban la capacidad de la chacra, eran buscados en altas horas de la noche por personal militar y trasladados, con rumbo desconocido”.
Según los militares, los detenidos eran trasladados a la Brigada de Curuzú Cuatiá “y desde allí destinados a campos de Buenos Aires”, como consta en el denominado “Informe Werns”, un manuscrito adjudicado al ex agente de Inteligencia del mismo nombre detenido por esta causa y actualmente con la custodia de Prefectura. Se estima que el padre Adur fue trasladado a Campo de Mayo y luego habría sido llevado a uno de los vuelos de la muerte”.
En tal sentido, el letrado señaló que en el mencionado informe figuran detalles sobre otro de los testigos claves que apareció ahorcado horas antes de declarar en la causa del centro clandestino correntino. Se trata de Albino Montecucco, que tenía algo más de 70 años y era una de las personas más conocidas en Paso de los Libres.
Dueño de una armería, era considerado como “un todo terreno de los servicios de inteligencia”. Las historias que se cuentan sobre Montecucco son infinitas y se comenta que llegó a hacer “mucho dinero” y que siempre estuvo sospechado, incluso en algunas causas judiciales concretas, como presunto contrabandista de armas, un negocio muy común en esa zona fronteriza.
Al respecto, Olivera destacó que “Montecucco estaba vinculado al funcionamiento de «La Polaca» y estuvo relacionado con el Ejército y la dictadura militar” y añadió que aunque las autopsias posteriores a la muerte determinaron que se trató de un suicidio, la justicia federal ordenó días atrás el envío del expediente.

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