Gollán: el macrismo tiene una ‘gran capacidad de ilusionismo’

En los fundamentos del decreto que pone en funcionamiento el CUS (Cobertura Universal de Salud) pueden ser suscriptos por cualquier persona. “Pero cuando uno ve que es lo que proponen se da cuenta de la trampa. Pero nos damos cuenta de la trampa aquellos que sabemos leer ciertas cosas. Y mucha gente no tiene por qué saber leer porque se les está prometiendo que van a tener un médico de cabecera, un carnet y este plan ni siquiera tiene un presupuesto asignado”, indicó en el programa “Vení que te cuento” Radio Ciudadana.

El ex funcionario del gobierno de Cristina Kirchner no dudó en aseverar que, en un plan, lo más importante, es saber como se va a financiar. “Si no se dice cómo se va a financiar, es mentira. Nos dicen: ‘bueno tenemos $ 8.000 millones que son $ 44 por persona por un año y después se acaba que puso la CGT porque dinero el gobierno nacional no va a poner”, señaló.

Asimismo, dijo que no hay información fidedigna ni está en el presupuesto ni nada como sigue esto”. “Este programa de la CUS es darles un carnecito a la gente, generar una canasta básica de prestaciones; ‘te voy a dar tantas radiografías, tantos análisis y tantas consultas por año y de los tratamientos te voy dar los medicamentos más baratos'. Todo lo que esté por encima de la canasta básica lo tiene que pagar el paciente. Antes costaba pero no estaba institucionalmente o formalmente vedado", expuso.

“Para los que tienen obra social, se les va encareciendo, cada vez que tiene que ir al médico se encuentra con que tiene que pagar un copago, un plus, un coseguro, que le corren el plus, que le cambian la cartilla. Esto hoy está sucediendo porque están desfinanciadas las obras sociales. No recaudan porque los productos médicos subieron en este año y medio el doble que los salarios”, dijo Gollán. “Todo se agrava en forma veloz. Cuando el año pasado permitieron los copagos, los copagos eran de $ 2 y $ 4. Ahora los llevaron a $ 80 y $ 150. No es lo mismo pagar $ 2 que $ 80 o $ 150”, indicó.

Asimismo, el médico dijo que había que fijarse en los jubilados del PAMI. “Enorme cantidad de prestadores privados les han cortado las prestaciones en ciudades enteras y los mandan al hospital. Hospitales que ya están sin recursos”, indicó. De todas formas, remarcó que el hospital público, con todos los problemas a cuestas, siempre se hizo cargo. “Y eso lo valoran cuando viene gente de afuera y cuando los argentinos van afuera y tiene un problema de salud lo valoran más porque dejan la vida en una cuenta en EEUU, en Colombia. Y acá mal que mal lo van a poner en una terapia o en una coronaria y le vas a resolver gratuitamente el problema”, indicó.

El sábado 2 de diciembre se desarrolló el IV Encuentro Nacional de Salud en el Hotel UNL ATE en la ciudad de Santa Fe. Entre sus oradores estuvieron, además de Gollán, Agustín Rossi, Leopoldo Moreau y Jorge Capitanich. El cuarto encuentro tuvo como objetivo central poner en discusión qué sistema de salud responde a las necesidades del pueblo argentino: la Cobertura Universal de Salud (CUS) o un Sistema Nacional Integrado de Salud.

Pero además Gollán dijo que se menciona un arreglo extrajudicial con Osde que se podría aplicar al fondo que implicarían $ 4 más por persona dado que se pagará en 120 meses. “Después dicen: vamos a ver si no podemos obtener un crédito de un banco para financiar esto un par de años más”, dijo.

Todo lo mencionado da cuenta del retiro del gobierno de la cobertura de salud de la población, dejando una cantidad de recursos ínfimos para que “cada provincia se arregle”. De esa forma, desaparecen los programas nacionales que eran financiados por el ministerio de Salud de la Nación, destinados fundamentalmente a la prevención y promoción.

Por ejemplo, mencionó que Inmunizaciones se convertirá en una oficina de compra de vacunas y ya se dejaron de pagar las capacitaciones permanentes, la folletería y los elementos descartables. “Es decir que compran vacunas y las entregan y que se arreglen los municipios y las provincias”, indicó.

Lo mismo sucede con el programa de los médicos comunitarios. “Está desfinanciándose al 25 % por año hasta que desaparezca”, manifestó. Y con los programas de Salud Sexual, de Procreación Responsable y de enfermedades transmitidas por vectores como dengue, chikunguña y zika. “La Nación ya no manda más recursos. Primero sacaron los 627 agentes que hacían promoción proactiva, en los territorios, sobretodo en las zonas más álgidas donde hay probabilidades de que se establezca una endemia como en la zona norte del país. Ahí había mucha gente trabajando y la sacaron. Ahora avisaron que ya no mandan más el fondo especial de $ 99 millones para todas esas provincias para hacer fumigación, prevención, etc., etc.”, indicó.

Asimismo, señaló que ya no se compran preservativos para distribuir en la población de las provincias para prevenir el HIV. Lo mismo sucede con el dengue. “La Nación da las pautas de lo que se debe hacer, pero no pone un peso para que se llevan adelante esas políticas de prevención”, dijo.

Más adelante, Gollán indicó que en la actualidad todos los programas implican unos $ 20.000 o 25.000 millones. Buena parte de esos recursos se vuelcan en programas que apuntan a la prevención y promoción. “Esos programas, como el Remediar, son netamente preventivos porque resuelven la enfermedad rápidamente en el primer nivel de atención y evitan que se complique y termine después grave en un hospital la persona. Tener un rápido diagnóstico de una bronquitis que después no termine en una neumonía y así sucesivamente”, indicó.

“Todos estos programas van a ser transferidos a las provincias y las provincias no tienen dinero para afrontar esto porque están seriamente en déficit”, indicó.

El único programa que se mantendrá en la órbita del Estado será el de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes e hipertensión con fondos que ya habían sido dejados de la gestión anterior con el Banco Mundial de U$S 300 millones.

“Uno critica que es lo que está pasando, no solamente por lo de ahora que es desastroso, sino también porque teníamos algunos temas que resolver en el año 2014. Pusimos en discusión que habría que hacer para reordenar este sistema de salud que está muy desordenado y eso lo hace ineficiente”, indicó. El ex ministro indicó que en 1954 cuando se va del ministerio de Salud Ramón Carrillo, comenzó la fragmentación y el debilitamiento progresivo del sistema de salud del país entre 1946 y 1955.

De la misma forma, Gollán mencionó que no se puede reformar el sistema de salud mediante un decreto de necesidad y urgencia. “Hay que darle participación a la academia, a los trabajadores de la salud, a la comunidad, a los gremios, a las asociaciones científicas. Pero acá se hace por decreto, no se dice de donde salen los fondos. Todo esto es muy poco serio, cuando todo es tan poco serio, es un gran globo que se vende, pero ya sabemos cómo termina”, acotó.

Por otra parte, el ex funcionario recordó que cuando se realizó el Mini Davos en el Centro Cultural Néstor Kirchner hubo una mesa relacionada a la salud y se la mencionaba como un nicho comercial a desarrollar en el futuro. En un Power Point se planteó la posibilidad de que puede crecer el negocio privado de la salud a un 3,5 % anual. Para ponerlo en términos concretos, ahora se compran medicamentos por el Remediar a menos diez veces su valor. Cuando todos los beneficiarios tengan su carnet, deberán comprar los remedios en las farmacias a precio de mercado. “Ahí nomás esos 3,5 o 4 millones de tratamientos de enfermos crónicos, los que venden los medicamentos ganan 10 veces más”, dijo.

Además, señaló que cuando alguien va a al hospital y se encuentra con que el tomógrafo adrede está roto y no se arregla, es debido a que quieren que los pacientes acudan a un privado donde le van a cobrar. “Empieza hacerse un uso cada vez más intensivo de los prestadores privados. Eso ya empezó, no es que va a empezar, y se llama restricción presupuestaria. Si no hay fondos, el hilo se corta por lo más delgado y la gente busca donde puede, saca dinero de su bolsillo por algo que antes lo tenía gratuito”, indicó.

 Y añadió otro dato, el argentino promedio gasta un 25 % del presupuesto en salud en forma directa sacando dinero de su bolsillo, por ejemplo, para costear la diferencia por un medicamento. “La idea es llevarlo a un 50 o 60 % como en México, Colombia, Chile donde la gente gasta muchísimo dinero y el Estado saca menos dinero. Este es el modelo y así fue en todos los lugares donde se aplicó. Solo que acá no se dice con todas las letras”, indicó.

Asimismo, sostuvo que cuando recorren los hospitales, charlan con los trabajadores y profesionales de la salud y en ese momento se enteran de lo que está sucediendo. “No está en los grandes medios. Los grandes medios lo que transmiten es otra cosa; transmiten que vamos a estar en la gloria y que todo va a ser mejor”, señaló.

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