DIARIOJUNIO: ¿Qué opina de la respuesta que obtuvo del municipio de Concordia?
Javier Goldín: El tema con la Municipalidad de Concordia es sencillo: cuando pedimos para que exceptuaran a los vehículos de emergencia: los patrulleros, ambulancias y bomberos, también pedimos por dos camionetas Renault Master de nuestra municipalidad, que usamos para llevar a la gente que necesita ir a Concordia, siempre respetando el aislamiento preventivo y el compromiso de cumplir con todas las medidas sanitarias. Son camionetas de 11 asientos y llevábamos a 4 personas en cada una. Hay gente mayor que necesita ir a la ciudad, por cuestiones de salud o para cobrar sus haberes en el banco. Pedimos esa excepción. Nos dijeron que sí. Los dos primeros días entramos sin problemas. Todo excelente. Al tercer día paran a una de las camionetas que circulaba con los respectivos papeles, los permisos, las órdenes, los turnos, las firmas del doctor del Centro de Salud,etc. Dicen que no podemos seguir pasando y hacen una multa por ir contra mano por el acceso sur a Villa Adela. La camioneta estaba identificada con los logos de la municipalidad.
Dj: ¿No cree que hubiera sido mejor apostar al diálogo político antes que a la judicialización de estas discrepancias?
JG: Llamamos a Concordia y nos dijeron que por orden de Barboza (Fernando, el Secretario de Gobierno Municipal) no se pasaba más. Que teníamos que dar la vuelta por la 015. Intentamos hablar, no pudimos. Francolini dijo en una radio que intentó comunicarse. Yo no recibí ninguna llamada. Puede ser que le hayan dado mal mi número. Ahí se cortó la comunicación con la Municipalidad. Aclaro, yo no tengo nada contra Francolini. Me parece que está haciendo las cosas bien. Que es un buen intendente.
DJ: ¿Cómo es la situación hoy? ¿Dispuestos a aceptar las decisiones que se toman en Concordia?
Sí, pero buscamos alternativas. La gente del pueblo le tiene mucho afecto a la vice intendenta, Perla Fernández. La aprecia tanto que querían darles las tarjetas para que vaya a cobrar por ellos las jubilaciones y ayudas familiares hasta Concordia. Una cosa descabellada por la responsabilidad que significa. Acá no tenemos cajero. Lamentablemente en los 20 años de Lladós nunca pusieron uno. Nosotros tenemos un expediente en marcha, pero todavía no ha salido. Así que hable con Sergio Martínez, el Intendente de General Campos, le expliqué el arreglo que teníamos con Concordia y la dificultad que había surgido. Así que nos permitió llevar ocho personas entre las dos camionetas, todos los días hasta el pueblo, como habíamos empezado a hacer con Concordia. Nos habilitó para ir durante la siesta para que no se junte mucha gente. Así la vamos llevando en ese aspecto
DJ: ¿A qué le adjudica el cortocircuito con la intendencia de Concordia?
JG: No me cabe ninguna duda que funcionarios de Concordia nos han tratado mal porque supuestamente éramos de Cambiemos. ‘Este pibe es de Cambiemos’, me lo han dicho en la cara. Esa ignorancia o confusión generaron una mala predisposición. Nosotros tuvimos que competir fuera de la interna en las elecciones porque era la única chance de ganarle a Matías Lladós (el hijo del ex intendente) que teníamos. Algunos piensan que nuestros planteos surgen porque jugamos para Cambiemos cuando en Estancia Grande la boleta del gobernador duplicó en votos al candidato del oficialismo para la intendencia. Nosotros acompañamos a Bordet, sino no se explicaría esa diferencia. Tanto Bordet, como el Senador Armando Gay, saben bien a qué palo político pertenecemos porque, cuando se contaron los votos acá, la lista de gobernador, senador y diputados sacó el doble de votos que el candidato a intendente oficialista. Ellos se dieron cuenta que nuestra gente cortó boleta para cambiar la intendencia.
DJ: ¿Qué opinión, en líneas generales, le merecen las acciones que lleva adelante la municipalidad de Concordia respecto a las medidas de prevención ante la pandemia de coronavirus?
JG: En general, muy buenas. Acertadas. Pero lo que nosotros vemos todos los días acá, en este lugar, es que la gente se cruza y pasa cosas de un lado a otro: comida, bolsos, sobres, papeles. Todo por arriba de los montículos de tierra que se hicieron para evitar el paso. Personas que se bajan de sus autos y caminan hasta el trabajo o van a hacer compras al Martillo. Todo así nomás: sin guantes, sin alcohol en gel, sin barbijos, sin testeos de temperatura, sin controles. Sería mucho más higiénico y seguro poner un control.
DJ: ¿Qué medidas y controles están llevando ustedes en Estancia Grande, teniendo en cuenta que son una zona con mucho roce al tráfico nacional e internacional?
JG: A nosotros nos corresponde ambos lados de la ruta. De un lado tenemos Calabacilla y, del otro lado, Estancia Grande y Yuquerí Chico. Estamos trabajando en contacto permanente con la policía y la ambulancia del centro de salud. Tenemos un centro de salud en muy buenas condiciones. Hacemos controles y patrullajes para que se cumplan las disposiciones de la cuarentena. Las policías, tanto de Calabacilla como Colonia Yeruá, estaban sin móviles y les cedimos unos vehículos del municipio para que puedan moverse mientras tanto.
DJ: Finalmente, algo de lo que tanto se habló, ¿en qué van a invertir el porcentaje de los haberes donados por sus funcionarios?
JG: El 10 por ciento, como se dijo en un principio, es para darle el aumentó a los empleados de la planta permanente. Nosotros tuvimos la iniciativa de hacerlo así, de esta manera, porque heredamos un municipio desfinanciado, endeudado y con déficit. Con el resto del sueldo de cada funcionario político, la intención era destinarlo para poner un control sanitario en el acceso sur. Nosotros acá, por suerte, tenemos otros ingresos. Todos seguimos desarrollando actividades privadas y nos arreglamos con eso.
