Nos referimos a las expresiones del Presidente Kirchner, dijo el diputado, “cuando después de reunirse con el Rey de España, el Jefe de Gobierno de ese país y empresarios españoles, inexplicablemente salió a hacer declaraciones en España mencionando que a él no lo preocupaba la instalación de las pasteras sino el hecho de que contaminen y que eran importantes los diálogos diplomáticos que se debían entablar”.
A esto debemos agregar los dichos de la funcionaria Picolotti, quien antes de ser tal representaba al Gobierno de Entre Ríos como la gran conocedora de temas ambientales, dando a este Gobierno y al nacional sobrados argumentos respecto del resultado en La Haya. Sin embargo, a horas de haber asumido dijo la frase más condenable de quien “cambia de sombrero”, cuando mencionó que lo importante para resolver el problema de las pasteras no era la vía judicial sino la diplomacia. Mientras tanto entretuvo todo lo que pudo a nuestro pueblo con argumentos de difícil comprensión, a esta altura de los acontecimientos.
Si a esto le agregamos el acuerdo del 2 de marzo de 2004, entre el entonces canciller Rafael Bielsa y su par Operti del Uruguay, donde acuerdan en el seno de la CARU (cuyo Presidente era García Moritán) aceptar la instalación de las pasteras y realizar un Plan de Monitoreo por el impacto ambiental en la zona del Río Uruguay, se configura todo un proceso de errores del Gobierno nacional que fueron convalidando en esa etapa las transgresiones del Uruguay sobre nuestro río binacional.
Esto es una posición consecuente con todo lo dicho hasta el momento y la documentación obrante. El Uruguay es culpable por la instalación de las pasteras, y la Argentina es corresponsable en las figuras de los funcionarios de Poder Ejecutivo Nacional, Bielsa y Kirchner, por el avance de estas instalaciones que seguramente perjudicarán no sólo el futuro de Gualeguaychú sino de una extensa región argentina.
Es importante ahora tener mucha madurez, evitar fanatismos partidarios y exigirle al Gobierno nacional que termine con el doble discurso y busque la pericia que hace falta para conocer la verdad y resolver este grave problema”.