Las nuevas medidas fueron decididas en una reunión entre el presidente francés Emmanuel Macron con los diputados de La República en Marcha (LREM), el partido presidencial. Tanto Macron como el primer ministro se habían mostrado renuentes a suspender el polémico aumento. Pero la presión del movimiento de Chalecos Amarillos y el apoyo popular al manifestantes hizo repensar al Gobierno el incremento.
Por otra parte, fuentes oficiales confirmaron la anulación de una reunión prevista entre algunos portavoces de los Chalecos Amarillos y el primer ministro prevista para este martes. Desde el 17 de noviembre, Francia registra una masiva protesta en todo el territorio contra la suba del precio del carburante organizada por los "chalecos amarillos".
Según recientes estudios de opinión el 72 por ciento de los franceses sigue apoyando a los Chalecos Amarillos, que ampliaron sus reivindicaciones a un aumento de los salarios y las pensiones y una mayor justicia fiscal.