La familia de los concordienses que desaparecieron cuando se dirigían a Paraguay a comprar mercadería para revender, realizaron esta tarde una marcha frente a la Jefatura departamental de Concordia reclamando ayuda y respuestas sobre el paradero de los jóvenes. En ese contexto, se reunieron con el jefe de policías, Marcelo Den Dawn, quien les informó sobre la aparición de este nuevo testigo, pasador de mercadería, que los habría visto en Paraguay el mismo día que dejaron de comunicarse con sus familiares y que el caso ya no estaba en manos de la justicia local, sino de la de Montecaseros, ya que fue el último lugar donde se los vio.
De esta manera, los familiares señalaron que probablemente mañana tengan el informe del relevamiento de las cámaras que van desde Montecaseros hasta Paraguay y que confirmen, o no, la presencia allí de Miño y Quintana. Y en tal caso, por qué que no pueden comunicarse con sus familiares. “Den Dawn nos dijo que la policía de allá no quisieron adelantarles, de buena fe, el material y por eso debieron solicitarlo mediante un petitorio y por eso se demoró”, manifestó el primo. “Hay que tener en cuenta que si no están registrados en migraciones es porque pasaron de manera ilegal y ante eso existe la posibilidad de que no puedan volver”, aclaró. “En cuanto al derecho de que puedan hacer una llamada telefónica, el jefe nos dijo que se trata de otro país y de otra jurisdicción y ellos hacen y se manejan como quieren”
Finalmente, los voceros remarcaron que lo que resta ahora, independientemente del resultado de las cámaras, es tratar de difundir lo máximo posible el caso a nivel nacional, para tratar así de “pinchar “ al ministro Urribarri y que éste haga lo mismo con la ministra de seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, porque se trataría ahora de un caso internacional. “Si los detuvieron allá les tienen que dar al menos el derecho de comunicarse con nosotros, o con alguien de nuestro país para que confirmen que están a salvo. Si hicieron algo mal tendrán sus consecuencias, pero acá hay dos familias, esposas, hijos y amigos que están esperando una señal de que están vivos”.
