GESTOS : Ahora Biden quiere comprarle petróleo a Venezuela y Maduro le contestó

En efecto, el presidente Maduro respondió : «Estamos preparados para crecer uno, dos, tres millones de barriles (diarios) si hiciera falta para la estabilidad del mundo», anunció Maduro durante una reunión de anoche con el alto mando político, el consejo de vicepresidentes y el alto mando militar.

Sus declaraciones fueron la respuesta pública a la Casa Blanca, que más temprano anunció el inicio de conversaciones con Caracas con el fin de sustituir importaciones de crudo ruso, producto de las sanciones a Moscú por la invasión a Ucrania.

De esta manera, Washington levantaría las medidas que impuso contra PDVSA desde 2017, cuando le impidió cualquier transacción en el sistema financiero de ese país.

Maduro señaló que su gobierno mantiene conversaciones con los socios de la OPEP Plus y dijo que Venezuela «siempre va a estar al frente de las iniciativas para estabilizar el mercado petrolero, el mercado gasífero y el mercado energético».

 

UN GESTO FRENTE A LA AGRESION NORTEAMERICANA

Orlando Figuera murió en 2017 tras ser apuñalado y quemado por manifestantes opositores durante las protestas antigubernamentales. Dos años después del crimen, su madre recuerda el caso y pide justicia y paz en su país, donde se registraron varios casos similares que llevaron al Gobierno a legislar contra los crímenes de odio.

 https://www.publico.es/internacional/venezuela-mi-hijo-quemaron-vivo-chavista.html

Los brutales ataques de los gobiernos de EE.UU. contra Venezuela se fueron acentuando a medida que ese país mostraba debilidad en su situación económica.

Tras la muerte de su principal lider, Hugo Chavez y la asunción del actual presidente Nicolás Maduro, los EE.UU no demoraron un instante en apostar a desestabilizar a ese país provocando todo tipo de crisis, desde la económica a la social y política.

Los gobiernos del país del norte (Obama, Trump y Biden), utilizaban lumenes y fuerzas de choque para provocar odio, mucho odio y con ello, muertes (incendiaban a personas en las calles) y desazón en la población a la que instaban a abandonar el país, intentos golpistas y hasta llegaron a proclamar presidente a un sinverguenza como Guaido, que operaba en contra de su propio país. Cualquier parecido con lo que hace la oposición en Argentina no es pura casualidad (aquí, endeudaron a nuestro país en 44 mil millones de dólares y amenzan con no aprobar el acuerdo con el FMI), es un plan diseñado por EE.UU. para destrozar a gobiernos que no le son adictos.

  Ahora y frente a la necesidad de petróleo, ese país agredido por EE.UU. y sus autoridades democraticamente elegidas, ofrecen al mundo un gesto diferente.

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