La semana pasada, en su postergada aparición pública tras la difusión del video que dio origen a la investigación, Vidal intentó darle una pátina de legalidad al encuentro en el Bapro, con el argumento de que se trató de una simple «una reunión de trabajo». Un elemento que pone en duda ese concepto de plano es que, como informó Raúl Kollmann en este diario, ninguno de los asistentes registró su entrada al edificio del Banco Provincia, como es habitual.
De lo que no se vio del evento, plantea la fiscala Russo ahora, también importa el papel de personas que no estaban presentes. El pedido de entrecruzamiento de llamadas había sido pedido por la querella del dirigente de la UOCRA Juan Pablo «Pata» Medina. Russo pidió que el análisis abarque el período del 1 de mayo de 2017 hasta diciembre del mismo año.
