Morales reconoció ayer la posición de los entrerrianos, como uno de los pocos distritos “que por unanimidad no estaba de acuerdo con la incorporación de Roberto Lavagna cuando se tomó la decisión orgánica en la convención de Avellaneda”. Es más, opinó que “el objetivo es tener en cuatro años candidatos propios”, más allá de que no descartó “el esquema de alianzas o diálogo con fuerzas opositoras, siempre y cuando ese diálogo sea institucional”, dado que “frente a una oposición tan dispersa, una mínima articulación hay que tener”.
En cualquier caso, el concepto es “fortalecer los partidos, pero fundamentalmente fortalecer el rol de opositor”, una premisa que, en este caso sí le cabe al radicalismo de Entre Ríos.
Posteriormente, ratificó que se decidió lanzar una campaña de afiliación masiva en todo el país y apunta “a todos los radicales que se fueron a Recrear, al ARI y a otros partidos, inclusive en el radicalismo kirchnerista, si es que no fueron sancionados, esto no significa una amnistía” explicó el senador jujeño.
Respecto a la actualidad del radicalismo, Morales sostuvo que quiere debatir: “cómo estamos, hacia dónde vamos y qué es lo que viene, porque alguna tendencia del gobierno quiere hacerle creer al radicalismo que hay que irse al kirchnerismo o a los brazos de Carrió. Ni lo uno ni lo otro. Nosotros creemos más que nunca en el radicalismo”.
Morales fue recibido por el presidente del partido, Raymundo Kisser y se llegaron hasta la sede del Comité -algunos un poco tarde- los legisladores nacionales Arturo Vera, Gustavo Cusinato y Sergio Varisco, y los provinciales José Artussi, José Cardoso y José María Miser.
Estuvo acompañado por el Secretario General del partido, Mario Jaraz, el secretario de formación política, Enrique Pereira y el Secretario General de Franja Morada, Darío Utz.