En tanto, el vicepresidente de la Confederación de Expendedores de Combustibles e Hidrocarburos de Argentina (Cecha), Raúl Castellano, dijo ayer que se trata de “una decisión individual que toma cada estación de servicio, de acuerdo a su realidad comercial independientemente de qué marca se trate”.
El representante entrerriano de los empresarios aclaró que “por el momento en Entre Ríos no se ha resuelto nada, lo cual no quiere decir que no lo hagamos. Se analizó en una reunión en función de disminuir costos”.
Gonzáles también estimó que la modalidad podría comenzar a aplicarse en un lapso de 10 a 15 días en la provincia y que no se adherirían todas las estaciones pero sí “una cantidad importante”. También reconoció que esto implicará necesariamente una disminución de personal, que alcanzará al 20% de los empleados de cada estación, aproximadamente. Es decir “de dos a cinco trabajadores, dependiendo del tamaño de la estación de servicio”.
Repitió luego que esta medida sería una consecuencia de la falta de gasoil y la prolongada situación de escasa rentabilidad. “La petrolera determina el cupo en función a un promedio de compra del mismo mes del año anterior, más un ajuste por actualización del 5 o 6%”, dijo sobre la política actual de cupo para el combustible, que determina su escasez.
Realidad
“No es una decisión corporativa del sector ni mucho menos, sino una realidad de estaciones de servicio que ven que en algún momento resulta injustificado tener abiertas sus puertas”, expresó Castellano de la Confederación nacional.
El titular de Cecha hizo hincapié en la falta de rentabilidad de las estaciones, y subrayó que “esto nunca se solucionó a pesar de los ya más de dos años que ha venido el sector reclamando. No sólo nunca llegó ningún tipo de solución, sino que se agravó el problema de la falta de rentabilidad con la falta de producto”, puntualizó Castellano.
En otras provincias la medida está más cerca de concretarse: “Lamentablemente es una consecuencia inevitable”, dijo Miguel de Paoli, de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines de Chaco, en referencia a los trabajadores que perderían su empleo. “Ya se cerraron 2.500 estaciones de servicio en años anteriores y esto es un agravante más”.
En tanto, en Tucumán también alentaron la posibilidad y afirmaron que el horario de 22 a 6 es el que más energía consume y en el que menos venta se realiza. “Dejando de trabajar a esa hora, estaríamos ahorrando un 20% de los costos laborales y un 60% de energía eléctrica”, dijo Juan Montanaro, de la cámara tucumana.
