Gargano planteó el asunto cuando los cancilleres pasaron a analizar la situación del bloque que Uruguay integra con Argentina, Brasil y Paraguay y al que Venezuela está en vías de incorporarse como socio pleno. Allí, el canciller expuso sobre los perjuicios que sufrió Uruguay a causa de los bloqueos de pasos fronterizos que llevaron a cabo pobladores argentinos en rechazo a las plantas de celulosa que la finlandesa Botnia y la española ENCE levantan en las afueras de la ciudad uruguaya de Fray Bentos.
Ante tal planteo, la Argentina no respondió «No hubo una respuesta de Argentina a nuestros planteamientos», declaró a la prensa el canciller uruguayo.
Mientras esto ocurría en la reunión del MERCOSUR, en Montevideo la senadora Cristina Fernández de Kirchner, inauguraba en la capital uruguaya las reuniones de la Comunidad Sudamericana de Naciones, como delegada personal del presidente Kirchner.
A diferencia de lo ocurrido en esta reunión realizada en nuestro país, en la que tenía lugar enfrente, los representantes presidenciales no hablaron sobre las tensiones que vive el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) por la controversia surgida entre Argentina y Uruguay a raíz de la oposición de la primera a la instalación de dos plantas de celulosa.
Sobre este conflicto, la senadora Fernández se reunió con Gonzalo Fernández, secretario de la presidencia y mano derecha del presidente uruguayo Tabaré Vázquez, durante 15 minutos pero nada trascendió de lo conversado.
«La reunión fue de los más ‘polite’ (educada, en inglés) no se habló de los temas espinosos», dijo un asistente a la reunión que pidió para no ser identificado, según lo contado por el diario uruguayo El Observador.